El brote de contagios de encefalomielitis equinas en al menos cuatro provincias argentinas generó alertas en autoridades, que declararon la emergencia sanitaria en todo el territorio nacional, mientras que especialistas advirtieron que, pese a ser «altamente letal» para animales, no supone una afección grave para la salud de las personas, que pueden contraer la enfermedad mediante mosquitos infectados.
Mediante la Resolución 1219/2023 publicada hoy en el Boletín Oficial, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) declaró el estado de emergencia sanitaria tras confirmar -en la última semana- casos positivos del virus en Corrientes, Santa Fe y Córdoba y «diversas notificaciones de sospechas de equinos con sintomatología nerviosa» y de casos de mortandad en esas provincias y en Entre Ríos.
«La encefalomielitis equina es una enfermedad exótica en la Argentina, registrada por última vez en 1988 y que es producida por un virus que transmiten los mosquitos», explicó Alberto García Liñeiro, profesor titular de la Cátedra de Salud y Producción Equina de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
La enfermedad, en sus distintas variantes, es considerada una «amenaza para la salud pública internacional» por su «alto potencial para traspasar fronteras», según la Organización Mundial de la Salud (OMS) con base en el Reglamento Sanitario Internacional.
Se trata de un virus transmitido por las aves a los mosquitos en épocas estivales, a partir de la picadura de mosquitos infectados y pueden infectar a varios vertebrados, entre ellos los equinos y seres humanos, que son hospedadores terminales.
Dentro de este grupo de enfermedades virales se encuentran la Encefalitis Equina del Este (EEE), Encefalitis Equina Venezolana (EEV), Encefalitis del Nilo Occidental (ENO) y Encefalitis Equina del Oeste (EEO).
Los casos confirmados en los últimos días en Argentina corresponden a esta última variedad.
Si bien hay posibilidad de contagio, García Liñeiro sostuvo que «no se trata de una afección grave para la salud de seres humanos» y, hasta el momento, «no hay reportados contagios en personas» en el país.
«Esta es un enfermedad primaria de los caballos que puede darse en los humanos pero que esencialmente se presenta en equinos. Los caballos están en el campo, con más tiempo de exposición que el humano», explicó en diálogo con la agencia de noticias Télam.
Para su prevención, es importante el control de mosquitos mediante la eliminación de criaderos y el uso de repelente para las personas.
En casos de contagio con la variante del Oeste, los humanos «no suelen presentar signos, se desarrolla muy leve en los adultos y con muy pocas muertes».
La sintomatología incluye fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y pérdida de apetito, y afirmaron que «es importante prestar atención y consultar a un médico ante la presencia de confusión, temblores o eventualmente convulsiones».
En tanto, en equinos, la tasa de letalidad puede llegar «al 90% en el caso de la variante EEE, y es de entre 20 a 30% para la EEO, mientras que el resto de los afectados puede convalecer y, en algunos casos, quedar con secuelas», precisó el especialista.
La mayoría de las infecciones presenta un cuadro clínico leve en el que el tratamiento es sintomático, mientras que los pacientes con signos neurológicos son evaluados por especialistas y requieren un monitoreo estrecho.
La sintomatología neurológica puede incluir deambulaciones sin sentido, estar hiperexcitables, elevar la temperatura, estado de depresión e imposibilidad de pararse.
Las autoridades sanitarias instaron a la ciudadanía a que, ante el hallazgo de equinos con sintomatología compatible con enfermedades neurológicas o muertos, se notifique de inmediato al Senasa mediante las distintas vías de comunicación disponibles.
En tanto, el organismo ordenó restringir al mínimo posible los movimientos de los equinos desde las provincias afectadas, intensificar la vigilancia de posibles casos sospechosos y la vacunación de los equinos.