El intendente Daniel Passerini encabezó la inauguración del «Refugio de las Barrancas», un moderno recinto destinado a mejorar la calidad de vida de los osos pardos que actualmente residen en el Parque de la Biodiversidad de la Ciudad de Córdoba. Acompañado por funcionarios del Gobierno local, el acto marcó el inicio de una nueva etapa para estos animales, quienes pronto disfrutarán de un entorno más amplio y natural.
Este proyecto se gestó tras la necesidad de mejorar el espacio de los tres osos pardos, una pareja adulta y su cría de ocho años, que no pudieron ser trasladados cuando el exzoológico se transformó en el Parque de la Biodiversidad. La decisión de no reubicar a los animales, debido a diversas complicaciones, dio lugar a un trabajo colaborativo entre arquitectos, veterinarios, biólogos y otros especialistas, que se encargaron de diseñar un recinto acorde a los estándares internacionales.
El Refugio de las Barrancas cuenta con una superficie total de 3.300 m2, concebida según las normativas de la World Association of Zoos and Aquariums (WAZA), lo que garantiza un ambiente adecuado para el desarrollo y bienestar de los osos, así como para futuras especies que puedan habitar el espacio.
Diseño moderno y seguridad para animales y visitantes
El Refugio está ubicado en una de las áreas más amplias del Parque, limitando con el Parque Sarmiento al sur. La estructura de la nueva instalación destaca por su diseño de espacios interiores y exteriores pensados para la seguridad tanto de los animales como de los visitantes. La interacción directa con el público será restringida, permitiendo solo visitas guiadas en grupos pequeños, lo que minimiza cualquier riesgo para los osos.
A su vez, se restauraron elementos arquitectónicos históricos, como las escalinatas de ingreso y la pasarela sobreelevada, que no solo facilitan la vista panorámica del recinto, sino que también permiten a los cuidadores un control eficiente de los animales desde un lugar seguro.
El diseño del espacio exterior contempla dos áreas diferenciadas para evitar el contacto directo entre los osos adultos y la cría. Los 2.510 m2 del recinto exterior están subdivididos en zonas específicas para cada ejemplar, permitiendo su recreación sin que se vean afectados por la proximidad de otros. Además, se incorporaron elementos naturales, como espejos de agua, vegetación y superficies de suelo texturizado, que estimulan el comportamiento natural de los animales.
Cada área se pensó para reflejar el hábitat natural de los osos, con patios abiertos, zonas de cuarentena y elementos como una cueva subterránea que simula un refugio natural. También se incluyen juegos elaborados con troncos y materiales reciclados que fomentan la exploración y el enriquecimiento del espacio.
El refugio cuenta con un interior de 225 m2 destinado a los dormitorios de los animales y las áreas de asistencia. La estructura fue diseñada para asegurar un manejo seguro de los osos, incorporando medidas como una manga de manejo, jaulas reforzadas y sistemas operativos para garantizar un control eficiente de los ejemplares.
Además, se instaló un sistema de bolleros eléctricos y una infraestructura robusta para evitar cualquier tipo de escape o interacción no controlada entre los osos y las personas. Las áreas de trabajo para los cuidadores también han sido optimizadas, asegurando que todas las tareas relacionadas con la alimentación, higiene y salud de los osos se realicen de manera eficiente y segura.
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Un legado para el futuro
Este proyecto no solo responde a las necesidades actuales de los osos pardos, sino que también está diseñado con miras a su futuro. Una vez que los osos actuales lleguen al fin de su ciclo de vida, el recinto podrá ser adaptado para albergar a otras especies rescatadas, garantizando su versatilidad y funcionalidad a largo plazo.
Con la inauguración del Refugio de las Barrancas, el Parque de la Biodiversidad refuerza su compromiso con el bienestar animal y la educación ambiental, ofreciendo a los cordobeses un espacio renovado para la protección y el cuidado de la fauna silvestre.