Un reciente informe del Observatorio de Argentinos por la Educación alertó una disparidad en los calendarios escolares de las provincias argentinas, ya que 11 de ellas no alcanzarán las 760 horas de clase mínimas requeridas por el Consejo Federal de Educación (CFE) para los estudiantes de jornada simple en el nivel primario. Esta cifra es el resultado de un acuerdo alcanzado en noviembre de 2024, donde se definió que cada alumno debe recibir al menos 760 horas de enseñanza al año, lo que equivale a 190 días de clase. Sin embargo, según el informe, más de 2 millones de estudiantes (un 42% de la matrícula primaria) deberán recuperar horas para llegar a cumplir con este mínimo.
El informe «Calendarios escolares 2025», realizado por Gustavo Zorzoli (educador y ex rector del Colegio Nacional de Buenos Aires), María Sol Alzú y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación), expone que las provincias de San Juan, San Luis, Santa Cruz, Chubut, Tucumán, Buenos Aires, Tierra del Fuego, Formosa, Chaco, Jujuy y La Rioja no alcanzarán la cantidad de horas de clase estipuladas por el CFE para el ciclo lectivo de 2025. Algunas de estas provincias se encuentran especialmente rezagadas: La Rioja, por ejemplo, solo tiene 708 horas de clase previstas, mientras que Jujuy y Chaco cuentan con 708 y 716 horas, respectivamente.
El cumplimiento de los días de clase sigue siendo una asignatura pendiente
De acuerdo con los cálculos realizados en el informe, solo ocho provincias cumplen con los 190 días de clase establecidos en la Resolución N° 484/24 del CFE. Entre ellas se encuentran La Pampa, Córdoba, Entre Ríos, Río Negro, Salta, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Corrientes y Misiones. Sin embargo, el cumplimiento de los 180 días, la meta mínima estipulada por la Ley 25.864 de 2003, también presenta irregularidades, ya que tres provincias (La Rioja, Jujuy y Chaco) no alcanzan siquiera este mínimo.
El informe señala que, aunque el Consejo Federal de Educación determinó que las horas de clase deben ser la principal unidad de medida para evaluar el tiempo escolar, en Argentina no existen datos oficiales sobre los días efectivos de clase. Las autoridades educativas no cuentan con un sistema de información nominal que permita hacer un seguimiento detallado de los días y horas que realmente los estudiantes pasan en las aulas, lo que dificulta un monitoreo adecuado y transparente de la calidad del tiempo educativo.
Este vacío de información es crítico, ya que factores como paros docentes, problemas de infraestructura escolar, ausencias de docentes y estudiantes, o inclemencias climáticas pueden alterar la cantidad de horas efectivas de clase, afectando el aprendizaje de los niños. Además, como alerta el informe, el sistema educativo argentino no cuenta con una estructura que permita contar con datos sobre la asistencia de estudiantes y docentes, ni sobre las interrupciones del calendario escolar.
La importancia de garantizar el tiempo escolar
El informe también subraya que la falta de datos confiables sobre la cantidad de horas y días de clase impide a las autoridades educativas evaluar correctamente el cumplimiento de las normativas y hacer los ajustes necesarios en los calendarios escolares. Por ello, la implementación de un sistema de información que permita llevar un registro real del tiempo de exposición al aprendizaje se presenta como una necesidad urgente para poder garantizar el derecho constitucional al aprendizaje de todos los estudiantes.
Los expertos en educación insisten en que asegurar un mínimo de tiempo de enseñanza en la escuela es fundamental para el desarrollo de los estudiantes. “Es importante atender las causas que reducen el tiempo escolar, como los problemas de infraestructura, el ausentismo docente y estudiantil, los paros docentes, o la interrupción del clima de trabajo en las aulas”, afirma Cecilia Veleda, doctora en Sociología de la Educación. Además, sostiene que la implementación de tecnologías modernas podría permitir hacer un seguimiento preciso de la asistencia de docentes y estudiantes a las clases.
En este contexto, el desafío no solo está en cumplir con la cantidad de horas y días de clase, sino también en reflexionar sobre cómo se aprovecha ese tiempo para asegurar que el aprendizaje que se brinda en las aulas sea realmente útil y significativo. Irene Kit, presidenta de la Asociación Civil Educación para Todos, señala que, en educación, la calidad del tiempo escolar es tan importante como la cantidad, por lo que el gran reto radica en maximizar ese tiempo para lograr un aprendizaje que nutra el desarrollo de los estudiantes.
A menos de una semana del inicio del ciclo lectivo 2025, la incertidumbre sobre los calendarios escolares continúa, y la necesidad de mejorar la planificación y el seguimiento de las horas de clase se hace más urgente que nunca.