El incidente se produjo el viernes y fue dado a conocer por Miguel, un taxista que llevó al chico y su madre al Hospital de Niños alrededor de las 18:30 de esa jornada. «Iba desesperada, porque al hijo de 8 años, que va a la escuela que está ubicada en Avenida Castro Barros, los compañeritos le habían puesto un alacrán en la panza porque era un gordito, y el alacrán lo picó», contó el hombre en declaraciones radiales reproducidas por el portal de Cadena 3.
El taxista relató además que la madre del chico recibió un llamado de la directora de la escuela, con la que inició una discusión, ya que la docente minimizaba el tema y decía que el chico había llevado al alacrán al establecimiento entre sus ropas.
«La mujer se re enojó y le discutía porque le decía que ella le plancha la ropa a los tres hijos y los controla. Igual la maestra le pedía que no hiciera escándalo. Igual la mamá le dijo que el lunes iba a ir a hablar con la directora para que solucionen esta situación, o iba a hacer la denuncia», relató.
Miguel indicó que la madre del chico adjudicó el incidente a un compañero que ya lo había amenazado en otras ocasiones, en una de ellas con un cuchillo. El ingreso del menor al Hospital de Niños fue confirmado por la médica Cecilia Angulo a Radio Suquía.
«El niño está internado en la Unidad de Cuidados Intermedios. Permanece estable, está hipertenso, con muchos vómitos y dolor abdominal. Pero durante las primeras horas viene evolucionando bien», explicó la profesional.
Los alacranes, también conocidos como escorpiones, son animales invertebrados artrópodos, que según la especie, pueden ser peligrosos para la salud. Pueden causar envenenamientos graves e incluso letales, pero son prevenibles y tratables.
El envenenamiento se produce a través de la picadura causada por el aguijón de un alacrán, el cual inyecta el veneno en la lesión e ingresa al cuerpo. Visualmente se puede identificar la herida como una pequeña marca circular acompañada de hinchazón y hematoma.
El signo más destacado del envenenamiento es el dolor agudo y de alta intensidad que se produce en el lugar del aguijonazo, según la información brindada por el Ministerio de Salud de la Nación.