El joven de 17 años de la sexta división del club Barracas Central, Lucas González, murió ayer tras ser baleado en la cabeza por un efectivo de la Policía de la Ciudad cuando circulaba con tres amigos en un auto por el barrio porteño de Barracas. El futbolista estaba en estado crítico en el Hospital El Cruce, de Florencio Varela, donde el último parte médico había detallado que permanecía “ventilado mecánicamente” y con “medidas de soporte vital”.
En conferencia de prensa, el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro, confirmó ayer que los efectivos fueron apartados de sus funciones y detalló que formaban parte de la brigada de investigaciones de la Comisaría Vecinal 4D que patrullan vestidos con ropa de civil y en automóviles sin identificación. También participó Gabriel Berard, el jefe de esa fuerza de seguridad, quien admitió que no hubo tiroteo. “Tenemos una convicción de que hay una mala actuación del personal. Pedir perdón es poco”, agregó.
Asimismo, el presidente Alberto Fernández manifestó ayer su solidaridad con la familia de Lucas y advirtió que “no es posible que policías que deben estar al servicio de la seguridad de argentinos y argentinas, terminen con la vida de gente inocente”. Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, advirtió que será “inflexible con los policías que actúen fuera de la ley”. “La muerte de Lucas es una pérdida irreparable y me siento profundamente dolido”, dijo el jefe comunal en su cuenta de Twitter.
Los hechos
En una primera versión, se comunicó que todo habría sido producto de una balacera, versión que fue rápidamente desestimada por el ministro D’Alessandro que, en conferencia de prensa, afirmó: «En los partes nunca se habló de un enfrentamiento».
Según la versión policial, los jóvenes se negaron a ser identificados y luego de algunas cuadras chocaron con su vehículo a dos efectivos. Tras una persecución, con disparos de por medio, el joven futbolista González fue hallado herido de dos tiros en la cabeza en el asiento del acompañante, dos de sus amigos fueron detenidos y un tercero escapó, pero se entregó al poco tiempo.
Comunicado del Club Barracas Central
El club Barracas Central expresó ayer su apoyo a la familia y amigos de la víctima, jugador de la sexta división del club y se puso a disposición «para ayudar a entender lo sucedido». La institución, cuyo hombre fuerte es el presidente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia, y se prepara para jugar contra Tigre la final de la Primera Nacional por el ascenso a la Liga Profesional de Fútbol, emitió en la tarde de ayer un comunicado. «Queremos hacerle llegar a la familia y amigos de Lucas González, jugador de nuestra sexta división, todo el apoyo incondicional por el momento que les está tocando atravesar», señaló.
Familiares de la víctima
Cintia, la madre de Lucas González, el adolescente asesinado a balazo por efectivos de la Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Barracas, aseguró esta noche que no va “a descansar hasta que ellos paguen lo que le hicieron” a su hijo, porque les “arruinaron la vida” y no tiene “fuerzas para nada”.
Desde la puerta del hospital El Cruce, del partido bonaerense de Florencio Varela, donde permanecía internada la víctima hasta que finalmente murió esta tarde, dijo que “la idea” era llevarse a su hijo a su “casa, tenía todas las esperanzas”.
“Pero bueno, la Policía me lo mató, yo no voy a descansar hasta que ellos paguen lo que le hicieron a mi hijo, porque nos arruinaron la vida. ¿Yo ahora como sigo? Yo no puedo ahora, tengo dos hijos y no tengo fuerzas para nada, yo no puedo entrar a mi casa y no encontrarlo”, relató conmovida la mujer.
Luego, agregó: “Ustedes (los policías implicados) me destrozaron la vida, me lo mataron, me lo dejaron todo entubado, moreteado con dos balazos en la cabeza, así que lo único que quiero es Justicia y que mi hijo descanse en paz.
Por su parte, Mario, padre de Lucas, agradeció “de todo corazón” a toda la gente que lo acompañó y “a la prensa”. “Nunca imaginé yo, un pibe de barrio, llegar a oídos del Presidente, y que el Presidente nos atienda, gracias señor doctor Alberto (Fernández)”, dijo el hombre.
Luego agradeció al municipio de Florencio Varela y al hospital, al que calificó con “20 puntos”, ya que su hijo estuvo “de 10 estrellas”. “Nos faltó la frutilla del postre, que era llevarlo para casa, pero me regaló todo esto, que de arriba se está haciendo Justicia y que no haya ningún Lucas nunca más, porque no lo va a haber, no lo va a haber”, expresó Mario. En ese sentido, concluyó: “Nosotros nos vamos a encargar de eso, de esclarecer todas las cosas y no tenemos miedo a nadie, vamos a ir para el frente porque somos humildes”.