Un hombre de 35 años fue ejecutado de un balazo en la cabeza por una pandilla que llegó en auto hasta su domicilio de calle Aviador Fortunato Valenti al 1600, en barrio Villa La Tela, zona oeste de la ciudad de Córdoba. El ataque ocurrió el viernes a la 1, cuando la víctima salió junto a su pareja y vio acercarse un Fiat Punto oscuro.
Según la primera reconstrucción, dos agresores descendieron, discutieron unos minutos y uno abrió fuego. Varios disparos impactaron en el cuerpo del hombre; el tiro mortal fue en la cabeza. Su pareja logró escapar. Tras la huida del vehículo, vecinos llamaron a la Policía.
El hombre fue trasladado al hospital María Teresa de Calcuta y derivado luego al Urgencias, donde murió minutos más tarde. Tenía antecedentes por tentativa de robo y robo calificado. Para los investigadores, esos vínculos podrían aportar contexto sobre una posible venganza ligada al narcomenudeo. La hipótesis de robo quedó descartada.
Una investigación sin cámaras y con versiones contradictorias
La fiscala Andrea Martin dispuso un operativo en toda la zona, donde no hay cámaras ni domos policiales, lo que dificulta obtener imágenes o identificar sospechosos. Hasta ahora, no hay detenidos ni imputados.
La única testigo es la pareja del fallecido. Su declaración generó contradicciones: primero dijo reconocer a algunos atacantes como vecinos y dio nombres; luego se desdijo y señaló a otro grupo. Los investigadores creen que podrían intervenir miedo, arrepentimiento o presiones externas.
Personal del Departamento Homicidios de la Policía recorrió el barrio en busca de testigos independientes, pero nadie aportó datos firmes. Entre las hipótesis más firmes figura una deuda por drogas, ya sea por un robo de cocaína o un pago incumplido. No se descarta que haya sido un mensaje mafioso hacia otros grupos. “Cuando haya certezas, se avanzará”, indicaron en Tribunales II.
Otro ataque a 10 cuadras: tres adolescentes baleados
Horas después del homicidio, un nuevo episodio de violencia ocurrió en barrio Las Flores II, en Jerónimo Sappia al 4300, a unas diez cuadras del crimen. Tres adolescentes fueron baleados durante una fiesta privada de egresados.
A la celebración habrían ingresado personas ajenas al evento. Luego, un auto de alta gama blanco se detuvo frente al salón y un individuo disparó hacia el interior. Un joven recibió un tiro en el cuello. Las tres víctimas fueron trasladadas en autos particulares al hospital Eva Perón y permanecen en recuperación.
La Policía montó un operativo cerrojo y, con apoyo del sistema de cámaras urbanas, detuvo a un sospechoso: Michael Andrés Bravo, de 26 años, de nacionalidad colombiana y domiciliado en Alta Gracia. Se secuestró un Renault Koleos blanco y un celular, pero no apareció el arma.
Por ahora, los investigadores no hallan vínculos directos entre ambos hechos, aunque la zona sigue bajo una fuerte tensión policial.
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