La Policía de Córdoba logró desarticular una banda delictiva que se dedicaba al robo de autos y motos, mediante un importante operativo denominado “Helena de Troya”. Los allanamientos y arrestos se llevaron a cabo en distintos puntos de la provincia y se detuvo a 13 personas acusadas de asociación ilícita.
En los 40 allanamientos realizados en la nuestra ciudad, Anisacate y San Agustín, fueron detenidas 13 personas, entre ellas, el policía Damián Peñaloza, que cumplía funciones en una unidad judicial. Este policía es el hermano de Jorge Peñaloza, señalado como un cabecilla de la banda.
Asimismo, se logró el secuestro de un arsenal de armas de fuego cortas, largas y automáticas, y gran cantidad de cartuchos. Además, se incautaron cinco automóviles, dos motocicletas, autopartes varias, dinero, 33 celulares, documentación y dispositivos de electrónicos.
Los detenidos y lo secuestrado fueron puestos a disposición de la Fiscalía de Instrucción del Distrito uno Turno cuatro a cargo del doctor Rubén Caro, quien informó que la investigación se venía desarrollando hace meses, y algunos de los allanamientos estaban planificados para realizarse en octubre. No obstante, un golpe comando registrado en la localidad de Elena, del cual participaron algunos de los integrantes de la misma organización delictiva, adelantó la realización de los allanamientos.
En ese ilícito fue baleado el policía exonerado de la fuerza Néstor Villalba (40), también integrante de la banda. El ex uniformado había sido herido de cinco balazos en un enfrentamiento con la policía, tras un raid delictivo en Tancacha, y murió el martes.
Caro indicó también que se trata de la octava banda desmantelada en los últimos meses, e informó que se continuará el trabajo de individualizar a otros miembros de la organización. Además, el fiscal sostuvo que “no se descarta la participación de otros funcionarios policiales”.
Dijo que se llevaron sus armas, pese a tenerlas en regla
Tras los allanamientos realizados en el marco del operativo, Andrés Oliva, hijo de Enrique Oliva, uno de los requisados en el marco de la causa, denunció mediante un video que las 10 armas que exhibió la Policía en las fotos difundidas pertenecían a su padre y que las mismas contaban con las habilitaciones correspondientes.
“Esas armas están totalmente legales y se las llevaron como supuesto secuestro”, dijo el joven y añadió que les mostraron los permisos a los efectivos que realizaron el allanamiento, pero no pudieron impedir el secuestro del arsenal.
Al respecto, el Comisario Inspector Walter Rodríguez del Departamento Robos y Hurtos dependiente de la Dirección General de Investigaciones Criminales de la Policía, dijo a HOY DÍA CÓRDOBA que los carnets presentados durante el allanamiento “no tenían la autorización vigente”.
No obstante, si las mismas estuvieran al día, Rodríguez indicó que eso no es motivo suficiente como para evitar su secuestro, ya que, aún con el permiso correspondiente, pueden haber sido utilizadas para cometer delitos. Además, el efectivo destacó que Enrique Oliva continúa en libertad.