El hallazgo se produjo en la parte trasera de un taller de electrónica en barrio Don Bosco. Fue allí donde la Policía de Córdoba allanó un «laboratorio» para inhibidores. Es decir, había aparatos diseñados para el robo de vehículos, que permiten anular alarmas, rastreos por GPS y hasta celulares.
A su vez, también encontraron artefactos importados desde Rusia, denominados Pandora, que permiten decodificar el encendido electrónico de algunos automotores modernos. Cabe recordar que con esta tecnología se pueden abrir y encender cualquier vehículo cuyo código electrónico ya tengan almacenado.
Esta investigación involucra una serie de allanamientos simultáneos que ordenó en la madrugada el fiscal Rubén Caro con el fin de perseguir el robo de vehículos y, sobre todo, la sustracción de ruedas, un fenómeno delictivo bastante frecuente en Córdoba.
De este modo y a pedido de la Fiscalía General, el fiscal Caro quedó a cargo de las grandes causas para desbaratar las bandas dedicadas al robo de autos en la provincia.
El punto crítico de esta investigación fue el taller electrónico de barrio Don Bosco, un local dividido en dos habitaciones. Uno funcionaba de manera legal y en el otro, funcionaba el «laboratorio» liderado por un ingeniero.
Fueron confiscadas una gran cantidad de ruedas, que habrían sido revendidas por una gomería de la avenida Don Bosco, que también fue allanada. El exorbitante número de neumáticos que allí se encontró ha sido calificado como «impresionante» por los investigadores. A su vez se presume que las ruedas robadas eran comercializadas junto a otras legales.
Hasta el momento hay cinco personas detenidas.
Por otro lado, también se hallaron 12 cajas de herramientas similares a las que se suelen llevar en el baúl de los autos.