Una veintena de días trajeron consigo una intensa búsqueda de la mujer perdida en Achiras, pero el desenlace fue el más trágico tras haberse encontrado el cuerpo, en el cauce de un arroyo ya dentro de los límites de San Luis y a unos ocho kilómetros de la casa donde vivía María Rosa Pereyra, de 46 años de edad.
La conclusión del caso arribó en las últimas horas del jueves, cuando uno de los equipos encontró el cuerpo, al fondo de un cañadón de unos cinco metros de profundidad, informaron voceros del caso.
La causa está en manos del fiscal Di Santo de Río Cuarto, quien aguarda los resultados de la autopsia que se realizará en Villa Mercedes, San Luis, para determinar qué fue lo que pasó con Pereyra, que a principios de mayo desapareció de su hogar.
En esta línea, el fiscal apuntó que “a simple vista, no hay señales de violencia, pero se deberá esperar la autopsia que se realizará en la morgue de Villa Mercedes”, explicó en declaraciones al medio Puntal.
Aún queda realizar la identificación del cadáver, no obstante, trascendió que el hijo de la infortunada mujer la reconoció cuando la retiraban del cañadón, bajo unos matorrales y en un lugar de difícil acceso.