El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ) concretó la semana pasada la devastación de 10.000 armas de puño y largas que fueron secuestradas en el marco de investigaciones judiciales en diferentes fueros, como así también, en procedimientos administrativos (caza o pesca furtiva o en zonas prohibidas, por ejemplo).
El procedimiento fue supervisado por la Secretaría Penal del Alto Cuerpo, de acuerdo a lo informado ayer por la Justicia local. Las armas fueron trasladadas al lugar donde se concretó la destrucción en un camión del Ejército Argentino, bajo la custodia del grupo Eter y la colaboración de efectivos de la Policía de la Provincia.
En primer lugar, se guillotinaron las armas largas y, posteriormente, comenzó la quema del material a destruir. Estas tareas se concretaron en la empresa Pauny, que cedió sus instalaciones para la devastación, ubicada en la localidad de Las Varillas.
Cabe mencionar que se exceptuó de la destrucción a las armas calibre 12.70, 9 milímetros y 38 SP, atento a su eventual afectación a fuerzas de seguridad, y de toda aquellas que, por sus características especiales, justificaron proseguir en custodia. Además, fueron destruidas aquellas armas cuya significación probatoria para los procesos se encuentra asegurada por cooperaciones técnicas de la Dirección de Policía Judicial.