Ayer se conoció que el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Córdoba pasó a situación pasiva al director de la Unidad de Contención de Aprehendidos (UCA), Julio Heredia, por favorecer al ex subdirector de la cárcel de Bouwer (Reverendo Francisco Luchesse), Sergio Alejandro Guzmán, apresado semanas atrás acusado de liderar una asociación ilícita que vendía beneficios a los reclusos. El episodio se suma a una larga saga que sacude al Servicio Penitenciario de Córdoba (SPC) desde principios de mes.
Según la denuncia, Guzmán recibía un trato preferencial por parte de Heredia. Salía de su celda para asistir al consultorio y accedió al menos en una oportunidad a la oficina de Heredia sin motivo que lo requiera.
Ayer, desde su cuenta oficial de Twitter, el Ministerio de Justicia publicó: “Se informa que, con motivo del pase a situación pasiva de quien ejercía el cargo de director de la Unidad de Contención de Aprehendidos (UCA), Julio Heredia, en su reemplazo, ocupará el cargo como nuevo director el Alcaide Mayor Técnico Superior Gabriel Sebastián Dávila”. “La decisión del pase a situación pasiva del ex director Julio Heredia se dispuso por incumplimiento de sus funciones”, agregaron.
Cabe recordar que Guzmán es investigado desde principios de este mes por favorecer a algunos presos de Bouwer. Por esto, también están detenidos Alfredo Ciocca, abogado penalista, y Ramón Salas, empleado del Ministerio de Seguridad de Córdoba que fue echado tras conocerse la imputación.
En la causa principal, el grupo estaría involucrado en maniobras de aprovechamiento de los presos para cobrarles dinero a cambio de mejorarles su estadía en el presidio, brindarles teléfonos celulares o fraguar informes para que puedan mejorar su evolución en las fases del tratamiento penitenciario. Lo más significativo es la confección de informes fraguados respecto de la conducta de los presos dentro del penal, con vistas a mejorar la situación o el concepto que deben lograr para avanzar en las fases del tratamiento penitenciario.
Javier Gavier, fiscal de Delitos Complejos, está a cargo de la causa. Y, en paralelo, investiga otro escándalo del SPC: un “call center” que funcionaba en la cárcel de Villa María, que no solo estaba integrado por presos, sino también por altos jefes y personas que colaboraban extramuros.
En el marco de esa causa, Gavier ordenó detener a Andrés Américo Aciar, director de la cárcel de Villa María; Edgar Ezequiel Arroyo, subjefe de Operaciones, y Néstor Gómez, jefe de Seguridad.