El acusado Roberto José Carmona, en la primera audiencia del juicio por el crimen del taxista Javier Rodrigo Bocalón, mostró un desapego emocional pronunciando frases que evidenciaron su falta de remordimiento. Carmona, quien aceptó tácitamente haber matado a Bocalón para robarle su auto, culpó a la víctima argumentando que «eligió el auto y no la vida».
Durante la audiencia, Carmona mantuvo una actitud irrespetuosa hacia el fiscal de cámara Hugo Almirón y el abogado querellante Carlos Nayi, incluso culpando a Nayi por sus acciones pasadas: «Por personas como usted, yo tuve que matar otras personas».
En cuanto a su vida personal, Carmona afirmó tener un hijo, pero minimizó su papel como padre al decir que «Padre es el que lo cría». También expresó sus reclamos, cuestionando si la Justicia tenía secuestrado su teléfono celular y su alianza de casamiento.
A pesar de haber intentado fugarse de la cárcel en Chaco, Carmona se abstuvo de declarar sobre el crimen de Bocalón, pero afirmó estar dispuesto a responder preguntas «siempre que sean reales». Al ser preguntado sobre cómo se trasladó entre los lugares donde cometió los delitos, Carmona evadió la pregunta, argumentando ser «un buen corredor».
Lo más doloroso para los familiares y allegados a la víctima fue cuando respondió lo que había sucedido dentro del taxi. El fiscal le preguntó si reconocía el crimen de Bocalón, a lo que respondió: “Retumba en mi cabeza ‘no me mates, no me quites la herramienta de trabajo’; él eligió el auto a la vida. Yo era un depredador”.
El testimonio de Carmona también involucró a su esposa, Ángela Etudiez, quien está acusada de facilitar su fuga. Relató que ella ignoraba sus intenciones pero que él le había anticipado a Etudiez que el sistema era vulnerable y que podía escaparse cuando quisiera. Según contó, ella se quejó: “Quiere decir que no me amás, que no vamos a hacer nuestros proyectos…”. Como si reflexionara para sí, el múltiple asesino soltó una frase: “Pudo más mi ego que el amor.