«Coco», el perro demorado en el aeropuerto de Ezeiza tras haber llegado junto a su dueño procedente de Hungría por no contar las vacunas al día, será puesto en libertad este jueves luego de cumplir una semana de cuarentena y viajará a Córdoba.
El animal había sido retenido por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) debido a que no tenía el último refuerzo de la vacuna contra la rabia.
«Chocho por qué mañana vuelvo a casa!! Ya queda menos Coquito», se indicó en un mensaje difundido por la cuenta @liberen_acoco en la red social Twitter junto con una foto del perro.
🥳Chocho por qué mañana vuelvo a casa !! 🤍Ya queda menos Coquito💪🏽 pic.twitter.com/hmfMvRFB3L
— Coco libre 🐶🐾 (@liberen_acoco) June 1, 2022
Junto a su dueño, Franco Gavidia, hoy «Coco» podrá volar a Córdoba donde deberá permanecer otros diez días en aislamiento, en este caso en su vivienda, sin poder salir y/o tener contacto con otros animales, «dado que la vacuna tarda 21 días en brindar la inmunización», resaltó Senasa.
La detención de Coco se volvió viral en pocas horas y a medida que transcurrían los días, crecieron los reclamos para que el cachorro pudiera ser liberado y se creó la consigna #LiberenACoco, mientras que también alrededor de 40.000 personas firmaron un petitorio en Change. Org para que fuese dado de alta.
Una de las primeras soluciones ofrecidas a su dueño Franco Gavidia fue que regresara a Hungría y que complete el calendario de vacunación allí, por lo cual en las primeras horas el perro quedó aislado.
A la espera de nuevas resoluciones, en las redes sociales, el caso comenzó a viralizarse y, luego de 36 horas de espera, se optó por vacunar al animal y mantenerlo en cuarentena en las inmediaciones del aeropuerto de Ezeiza.
«Desde Senasa, se avanzó en poner al perro en custodia dentro del aeropuerto, hasta que se resuelva su regreso a origen, salvaguardando su bienestar», informó el organismo.
La cuarentena fue de una semana y, según narró Gavidia en su cuenta de la red social Instragram, «Coco» pudo llevar a cabo el correspondiente aislamiento sin problema alguno: «Pasó muy bien la noche dentro de una cucha con mantas y su ponchito».
El animal también recibió visitas de distintas ONG, lo pasearon y se lo vio jugar con una pelota.