En el Valle de Calamuchita y a dos horas y media de Córdoba Capital, se encuentra una localidad de menos de 100 habitantes que se caracteriza por su tranquilidad. Se trata de El Durazno, que se ubica a unos pocos kilómetros de Villa Yacanto de Calamuchita.
Este pequeño pueblo serrano es un destino ideal para disfrutar en medio de esta pandemia, principalmente por la seguridad que representa: poca gente y un río grande para mantener la distancia social. Además, es digno de una tranquilidad que permite escaparse del estrés que nos generó el coronavirus.
Retomando a sus atributos naturales, todo en este paraje cordobés deja sin aliento. Sus playas no son de arena tan fina y su agua no es tan transparente sino que su color es más tirando a verde, lo que genera un paisaje armonioso pintado de ese color. Se trata de un lugar con gran encanto que enamora a quien lo conoce.
El agua verdaderamente fría de su río, que lleva el mismo nombre que el pueblo, lleno de piedras, se debe a que surge en la ladera este del Cerro Champaquí. Al meterse, se puede sentir la frescura y pureza de la montaña. La mejor forma de soportar su temperatura es el en movimiento, y para esto su profundidad es ideal ya que permite nadar.
Al Río El Durazno lo bordea, por un costado, una sierra pequeña y rocosa que lo encauza en su recorrido; mientras que del otro lado, la vegetación se vuelve presente y abundante, siendo ésta la encargada de perfumar al curso de agua con su olor especial a verde.
Los Cajones, reserva natural
Como en todas las sierras cordobesas, es posible disfrutar de reservas naturales. El Durazno, no es la excepción.
En este lugar se encuentran Los Cajones, un trayecto de dos kilómetros donde el río corre entre montañas, generando un cuadro totalmente al mencionado anteriormente.
Estos Cajones esconden ollas de hasta 7 metros de profundidad y una tranquilidad envolvente que invita a disfrutar del sonido del río, sus cascadas, sus flores y sus vistas, que constituyen un verdadero placer para nuestros ojos. Nadar en esta parte del río es algo que sin dudas deben hacer en su paso por El Durazno.
Indicaciones para llegar
Como dije anteriormente, se trata de un lugar que no desborda de gente y que por eso aún mantiene su tranquilidad, aspecto más que aprovechable en este contexto sanitario. Que no sea un destino tan aclamado puede deberse, en cierta medida, al hecho de que para llegar desde Córdoba es necesario hacer combinación, lo que implica tomarse primero un Buses Lep hasta Santa Rosa de Calamuchita y desde allí un colectivo de la empresa Pájaro Blanco para finalmente llegar a El Durazno.
En auto, por su parte, se debe salir hacia el sur de la ciudad de Córdoba y agarrar la autopista 5 que nos lleva hasta Alta Gracia. Luego se convierte en ruta convencional y debemos recorrerla hasta Santa Rosa de Calamuchita, pasando por el lago Embalse Los Molinos y Villa General Belgrano. Desde Santa Rosa de Calamuchita, el trayecto continúa por la ruta 228 camino a Villa Yacanto. Una vez que llegamos a este lugar, se debe girar hacia la izquierda y tomar el camino de ripio, por 8 kilómetros para llegar finalmente a El Durazno.
Así se vaya en colectivo o en auto, se trata de un recorrido un poco largo por lo que recomiendo quedarse a pasar la noche en este mismo sitio, el cual cuenta con varias cabañas, un hotel boutique, una hosteria y varios campings, o en Villa Yacanto, localidad vecina que al tener más habitantes cuenta con mayor infraestructura para recibir turistas.