Durante una audiencia pública que se realizó anoche en el Concejo Deliberante de Concepción, provincia de Tucumán, un niño lloró de hambre. Sucedió mientras se trataba un proyecto presentado por el concejal radical José Calcagni para eliminar el cobro de las tasas municipales en las boletas de Empresa de Distribución Eléctrica de Tucumán (Edet).
Cuando la iniciativa del edil de Cambiemos, disidente a Roberto Sánchez, era debatida en la reunión, un pequeño pidió la palabra. Y entre lágrimas, dijo: «Ustedes no hacen nada. Mientras se sientan ahí, nosotros nos morimos de hambre por su culpa».
«Escuchen lo que les dice el niño, por favor, escuchen», arenga su mamá; e inmediatamente el pequeño, llorando más fuerte, vuelve a repetir sus palabras, esta vez acompañado por los aplausos de los vecinos.
Antes, una de las vecinas que estaban presenciando la sesión, había expresado: «yo sé que el trabajo dignifica a las personas y es lo que no tenemos. No tenemos trabajo».
El caso recuerda a Barbarita Flores, la niña tucumana que en 2002 había llorado frente a las cámaras de televisión porque tenía hambre.