En Shanghái, China, el nuevo año fue recibido con un sorprendente espectáculo de drones y no con el despliegue usual de pirotecnia que ocurre en casi todas las ciudades del mundo.
Los cerca de 2.000 aparatos estuvieron controlados por una computadora central, desde la cual fue posible hacer la acostumbrada cuenta regresiva que da paso al nuevo” año, así como otras figuras francamente sorprendentes, como la de un hombre corriendo o una esfera con una estrella en su centro.
Este cambio ocurre en un momento en que se ha cuestionado la tradicional pirotecnia de fin de año por sus efectos sobre el medio ambiente, en particular en la contaminación del aire, además de otras consecuencias en la salud y el bienestar de bebés, niños y animales domésticos.
En ese sentido, no deja de llamar la atención que justamente en China, el país en donde se inventó la pólvora y se crearon los primeros fuegos artificiales, sea quizá el origen de un cambio en la manera en que celebramos el Año Nuevo.