Dexter vive en Colorado, Estados Unidos. El can en cuestión fue atropellado por un auto y estuvo a punto de morir. Se salvó, pero las patas delanteras le quedaron inutilizables y una de ellas, incluso, le fue amputada.
Con el amor de sus dueños, el perro recuperó la movilidad poco a poco. Después de un largo aprendizaje, el animal aprendió a sostenerse erguido y a caminar apoyado exclusivamente en sus patas traseras.
El aprendizaje le llevó cinco meses. «Él es un ejemplo de superación en esta pandemia, ya que logró reponerse pese a que tenía todo en su contra. Debemos aprender mucho de Dexter”, dijo su dueña, Kenteen Larson, en una entrevista televisiva.