El gobierno nacional salió a descartar oficialmente ayer la posibilidad de instrumentar incrementos en las retenciones a las exportaciones de granos, luego de una jornada de intenso debate público generado por la decisión de cerrar las exportaciones a la harina y el aceite de soja.
“Se están estudiando una cantidad de medidas, pero ninguna de esas medidas es la suba de la retención a la producción de maíz, la soja o el trigo”, salió a aclarar la Portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, quien explicó además que cualquier modificación en el sistema de las retenciones “solo puede hacerlo el Congreso”. “Tenemos que entender que las consecuencias económicas de la guerra ya llegaron a la Argentina”, aseveró Cerruti en relación a la falta de aceite en el mundo y a los consiguientes aumentos de los precios internacionales, por lo que ratificó que “la preocupación del Presidente es detener estás subas que se dan en un contexto mundial”.
Las declaraciones se produjeron luego de una reunión que el presidente Alberto Fernández mantuvo en la Quinta de Olivos con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, en pos de analizar medidas destinadas a controlar los aumentos de precios de los alimentos que provoca la guerra en Ucrania. Ya durante el fin de semana, el jefe de Estado mantuvo contactos con Domínguez y otros ministros del área económica -entre ellos el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán- para analizar un paquete antiinflacionario que se podría lanzar en los próximos días.
El propio Guzmán ratificó ayer en el Senado, ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda, la decisión de no aumentar las retenciones. “Hemos venido trabajando con el esquema de fideicomisos, buscando que haya contribuciones voluntarias que se puedan utilizar para que haya una brecha entre el precio internacional y el precio interno. Ahora la decisión en general tiene que ver con el impacto bélico y que no llegue a la canasta de los argentinos”, dijo Guzmán ante una consulta, y enfatizó que “enfrentamos un shock de una magnitud que es difícil de encontrar precedentes: las decisiones que se tomen tiene que ver con la naturaleza del problema que enfrentamos”. “Dicho esto, quiero afirmar que no se está contemplando un aumento de los derechos de exportación de los granos: trigo, maíz, girasol, granos de soja y los demás granos”, enfatizó Guzmán.
Según las fuentes oficiales, las medidas en análisis podrían incluir la ampliación de precios cuidados por sectores, para garantizar la producción; establecer precios máximos para productos de primera necesidad, como la harina; y modificar el decreto del subsidio manufacturado de la exportación del aceite y harina de soja del 31% al 33%, para ampliar el fideicomiso de alrededor de 450.000.000 de dólares para el trigo, en un eventual acuerdo con los industriales del sector para mantener un precio sostén, entre otras cuestiones.
Fuerte rechazo de la SRA de Rosario y Río IV
“A esta altura, con tanta información pública disponible, afirmar que ¡el precio de los alimentos depende del precio de los productos agropecuarios es falso!”, señaló la Sociedad Rural de Rosario en un comunicado de prensa titulado: “El campo dice ¡BASTA de jugar con el pueblo argentino!”.
“El gobierno argentino aplica retenciones al agro desde el 2002, generando más pobreza, desempleo, estancamiento y desconfianza crónica”, sostuvo la SRA rosarina, que aclaró que “si bien los precios internacionales se han incrementado notablemente, los costos para el productor van a la par, pero el desdoblamiento cambiario, quita valor a la producción”.
Por su parte, la Sociedad Rural de Río Cuarto indicó que “en momentos en que el precio de las commodities se sostiene en niveles muy elevados, la estrategia del Gobierno no es intentar aprovecharlos sino todo lo contrario: bloquear la posibilidad de vender al exterior”.
“Claramente el Gobierno busca echar mano a más recursos. No hay otra intención que aumentar la recaudación en un contexto en el que el déficit fiscal debe reducirse por el compromiso pautado en el acuerdo con el FMI”, recalcó la entidad.
Gobernadores y dirigentes contra las medidas oficiales
La oposición a pleno, junto a alugnos gobernadores peronistas, salió a cuestionar con dureza ayer la posibilidad de que el gobierno nacional incremente las retenciones al agro. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, aseveró que es una “pésima noticia el cierre de exportaciones de aceite y harina de soja, así como el potencial aumento de retenciones”. “Solo diez días después de haber prometido que no harían nada de esto, el gobierno demuestra que su palabra no tiene valor y hace exactamente lo mismo que dijo que no iba a hacer”, expresó.
Por su parte, el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, fustigó la decisión al advertir que “frenará el ingreso de divisas al país” y advirtió que “se debe tener cuidado con incentivar la desindustrialización”.
La ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal reclamó: “Déjense de joder con los que quieren laburar y sacar al país adelante”; y señaló que Argentina “necesita trabajo y divisas”.
A ellos se sumaron las entidades agropecuarias a través de la Mesa de Enlace, que rechazó el cierre de las exportaciones de harina y aceite de soja y aseguró que, tras esa medida, “viene un nuevo esquema de retenciones”; por lo que convocó a las fuerzas políticas legislativas a “poner un orden institucional sobre la legislación en materia de impuestos a la exportación”.
“Este tipo de señales generan falta de confianza y de previsibilidad en todos los actores de la cadena”, se quejó la Mesa de Enlace. “Al Gobierno no le importa ni el bolsillo de la gente ni la actitud del productor sino sus problemas y situaciones fiscales”, agregó Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, quien consideró que “es ir a contramano” del mundo.