Dos duros reveses institucionales debió enfrentar ayer Rusia. Por un lado, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), principal organismo judicial de Naciones Unidas, le ordenó a la nación Rusa “suspender inmediatamente” sus operaciones militares en Ucrania, resolución que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consideró como una “victoria completa”. El mandatario instó a Rusia a actuar, ya que de lo contrario “se aislará todavía más”.
Cabe aclarar que si bien los fallos de la CIJ son vinculantes y no apelables, el tribunal carece de medios para garantizar su cumplimiento.
Por otro lado, el Consejo de Europa expulsó ayer a la Federación Rusa del organismo de defensa de derechos humanos más importante del continente –y el único al que aún pertenecía- como represalia por la invasión de Ucrania, tras 26 años de pertenecer a este organismo.