Productores rurales autoconvocados se movilizaron el sábado por el centro de Buenos Aires, algunos de ellos en tractores, para protestar contra las políticas del Gobierno nacional que consideran perjudiciales para el sector agropecuario. Las caravanas de ruralistas, compuestas por decenas de tractores junto con centenares de autos partieron desde tres puntos de encuentro: ruta 9 y 193; ruta 8 y 195; y ruta 7 y ruta 5, y -según lo autorizado por el Gobierno porteño- confluyeron en el Obelisco y desde allí marcharon hacia la Plaza de Mayo, donde culminó el acto de protesta, que tuvo ecos en otras ciudades del país, como Córdoba y Rosario.
“Esta es nuestra protesta y nuestra propuesta: anímense a pensar un país con menos impuesto; gasten menos; arréglense con lo que tiene o dedíquense a otra cosa”, indicó la proclama leída en Plaza de Mayo firmada por el denominado Grupo Independencia, donde confluyen productores, asociaciones rurales y organizaciones como Campo+Ciudad, a cargo de la marcha y el acto. “No hemos venido hasta acá para pedir que nos den una mano sino para que nos saquen las dos de encima; no estamos dispuesto a seguir financiando la soga con la que nos ahorcan”, agregó el documento.
Los fundamentos de los ruralistas fueron diversos: además de rechazar cualquier presión tributaria adicional sobre el sector, los convocantes pidieron una mejor administración pública de los recursos, menos gasto político y mayor inversión en infraestructura productiva, entre otros puntos. Pero la protesta no contó con la participación de las entidades agropecuarias nacionales que integran la Mesa de Enlace, ya que consideraron al momento “inoportuno”.
Al denominado “tractorazo”, convocado a través de las redes sociales con la etiqueta #23A, también se le sumaron dirigentes de Juntos por el Cambio (JxC). A lo largo de la jornada hubo presencia de referentes de la coalición opositora como Federico Pinedo, Luis Miguel Etchevehere, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “Vengo a apoyar, a acompañar al campo que es uno de los motores productivos de la Argentina”, destacó el mandatario de Caba, quien pidió “no politizar” a la protesta.
Desde el Gobierno cuestionaron la movilización. La portavoz, Gabriela Cerruti, criticó duramente la participación de dirigentes opositores: “Lamentamos que dirigentes de Juntos por el Cambio que se proclaman republicanos hayan encabezado una manifestación cuyo documento final caracteriza al gobierno legítimamente elegido por el pueblo como ‘vándalos y usurpadores’”. Según Cerruti, “esta postura no contribuye a la convivencia democrática”.
A la vez, la funcionaria consideró que se trató de una marcha política y que tuvo que ver con “otros intereses que defender los derechos legítimos del campo, que es un sector fundamental para el crecimiento de la Argentina; no hubo suba de retenciones; están marchando por las dudas contra un proyecto que no conocen”, dijo en referencia a un posible tributo extraordinario sobre la llamada renta inesperada causada en determinados sectores por la guerra entre Rusia y Ucrania, y que podría discutirse en el Congreso.
Por caso, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, volvió a reiterar que las “retenciones no se van a aumentar”. Incluso, destacó que “el productor argentino no captó la renta inesperada porque vendió su producción a precios pre-guerra y tiene que abordar la próxima cosecha con un costo del 60% de los fertilizantes, que están faltando en el mundo y que han tenido un incremento absolutamente inesperado”.
Durante la protesta en Plaza de Mayo, se colocaron muñecos colgados con sogas, simulando ahorcamientos, alrededor de las rejas de la Pirámide de Mayo, con fotos de funcionarios y dirigentes del oficialismo.