Anualmente, en la Argentina, se reportan aproximadamente 40 mil casos y alrededor de 200-250 muertes por monóxido de carbono (CO). Se trata de un gas muy tóxico, que puede provocar envenenamientos graves e, incluso, la muerte. No tiene olor, color, ni sabor. Tampoco es irritante para los ojos ni la nariz. Por ello, se lo denomina el «asesino invisible».
Respecto a esta temática, en las últimas 48 horas se generó gran preocupación, ya que se han registrado cinco fallecimientos en todo el país: cuatro en la provincia de Córdoba y uno en Mendoza.
En Córdoba, se reportaron recientemente la muerte de un hombre en Traslasierra, una joven de 23 años en la localidad de Miramar de Ansenuza, y el fallecimiento de una mujer de 48 años y un hombre de 62 años en Río Tercero.
Por otro lado, en Mendoza, se encontró sin vida a una mujer de 75 años de nacionalidad española en un departamento, y los investigadores sospechan que su muerte podría estar relacionada con una intoxicación por monóxido de carbono.
La intoxicación por monóxido de carbono (CO) sucede cuando dicho gas se acumula en el torrente sanguíneo. Cuando hay demasiado CO en el aire, el cuerpo reemplaza el oxígeno en los glóbulos rojos con monóxido de carbono. Esto puede generar un daño grave en el tejido, o incluso la muerte.
El CO constituye una de las principales causas de muerte por envenenamiento para todas las edades, tanto en nuestro país como a nivel mundial. Se trata de un gas tóxico, menos denso que el aire y que se dispersa con facilidad. A su alta toxicidad se suma la peligrosidad de pasar desapercibido, al ser inodoro, incoloro y no irritar las mucosas. Las personas y los animales que se encuentran en estos espacios pueden intoxicarse si lo respiran.
Entre los artefactos que queman gas, los más frecuentemente involucrados en los eventos de intoxicación son: calefones, termotanques, cocinas, hornos y calefactores (estufas infrarrojas, calderas en el interior del domicilio), cuando no están correctamente instalados o la ventilación de los ambientes es escasa. Otras fuentes son los braseros, los hogares a leña, las salamandras (tanto a gas como a leña), las parrillas, las cocinas a leña o carbón y los faroles a gas.
La intoxicación por monóxido de carbono puede ser particularmente peligrosa para las personas que estén durmiendo o estén ebrias, debido a la incapacidad para notar los síntomas característicos. Las consecuencias pueden ser desde sufrir un daño cerebral irreversible, hasta morir antes de que alguien note que hay un problema.
¿Por qué es tan tóxico?
Porque ingresa a la sangre a través de los pulmones y reduce la cantidad de oxígeno que llega a los órganos vitales como el cerebro y el corazón. Esto puede provocar intoxicaciones graves, incluso la muerte.
¿Cuáles son los artefactos del hogar que pueden expulsar monóxido de carbono?
Todo artefacto que use material combustible puede quemarse de manera deficiente y generar monóxido de carbono. Alguno de estos artefactos son:
- Calefones, termotanques, calderas
- Estufas, braseros, salamandras
- Cocinas, anafes, calentadores, parrillas a leña o carbón, hornos a gas o leña
- Motores de combustión (vehículos, motosierras o generadores eléctricos).
¿Quiénes son de riesgo?
- No natos. Los glóbulos de los fetos absorben el monóxido de carbono de forma más rápida que los glóbulos adultos. Esto causa que sean más propensos al daño que provoca la intoxicación.
- Niños. Su mayor riesgo se debe a que respiran con más frecuencia que los adultos.
- Adultos mayores. Las personas mayores que presentan una intoxicación con monóxido de carbono pueden tener más probabilidad de tener daño cerebral.
- Personas con enfermedad cardíaca crónica. Las personas con antecedentes de anemia y problemas de respiración también tienen más probabilidades de enfermarse a causa de la exposición al monóxido de carbono.
- Aquellas personas que pierden la conciencia por una intoxicación con monóxido de carbono. La pérdida de la consciencia indica una exposición más grave.
¿Cómo identificar una intoxicación?
Si hay alguna fuente de producción de CO en funcionamiento y comienza a sentir dolor de cabeza y somnolencia debe sospechar de una intoxicación. Los síntomas pueden incluir, además de dolor de cabeza, dolor torácico, confusión o mareos, dificultad para respirar, náuseas/vómitos, cansancio, fatiga, pérdida de conciencia, desmayo o pérdida de conocimiento, alteraciones visuales, convulsiones o coma.
¿Qué hacer si se sospecha de una intoxicación?
Ante la sospecha, apague la estufa y ventile inmediatamente abriendo puertas y ventanas. De ser posible retire al afectado del lugar y llévelo al exterior. Deberá además llamar a su médico, quien debe poder determinar si tiene este problema al observar sus síntomas y hacerle un examen.
En casos graves las personas intoxicadas por CO pueden llegar a precisar tratamiento en el hospital con oxígeno.
Diez consejos para reducir las posibilidades de intoxicación por monóxido de carbono
- Mantenga ambientes ventilados y controle el buen funcionamiento de las instalaciones y artefactos de calefacción. Si usás gas envasado, como garrafa o cilindro, la ventilación de la habitación debe estar a la altura de los pies.
- En el caso de los artefactos para calefaccionar a gas la llama debe ser azul y tener salida al exterior.
- Nunca deje un automóvil en marcha en un garaje, incluso con la puerta del garaje abierta.
- Nunca haga funcionar un generador dentro de su casa o garaje, o justo fuera de una ventana, una puerta o un conducto de ventilación que ingrese a su casa.
- Evite calefaccionar los ambientes con el horno u hornallas de la cocina y controle que estén apagadas antes de dormir.
- Limpiá las hornallas para que los alimentos no obstruyan los quemadores y generen una mala combustión.
- Si tenés red de gas natural, en las habitaciones las estufas deben ser de tiro balanceado.
- No instales calefones o estufas en baños o espacios cerrados.
- Si tenés un detector de monóxido de carbono instalado, chequeá que siempre esté activo.
- Revisá una vez por año los artefactos de combustión de tu casa con un gasista matriculado. Hacelo preferentemente durante el invierno, cuando más se utilizan estos artefactos.
La intoxicación por monóxido de carbono constituye la causa más frecuente de envenenamiento para todas las edades y entornos sociales, tanto en nuestro país como a nivel mundial. El Ministerio de Salud de la Nación estima unas 250 muertes por año debidas al CO, y la cantidad de intoxicados excedería los registrados en todo el país, algunos de ellos con secuelas irreversibles. Solo en 2018 se registraron 2.600 casos de este tipo de accidentes.
Calefaccionar los ambientes es una medida que nos permite hacer frente a las condiciones climáticas del invierno, además de brindarnos confort, pero también puede resultar perjudicial para la salud dependiendo del sistema de calefacción usado y de la temperatura a la que se lo utiliza.
Una vez por año debe realizarse una revisión técnica de los artefactos mencionados, a través de personal adecuado (gasista matriculado), de preferencia antes del comienzo de la época invernal, asimismo se deben revisar los sistemas de ventilación o venteo. Si bien es fundamental tener en cuenta las recomendaciones médicas al identificar una intoxicación, lo más importante será siempre la prevención.
Recordar que el tiempo de exposición es la clave. Cuanto más pronto se detecte y se retire a la persona afectada del ambiente mayores chances de que no se produzca daño irreversible.
Por Daniel Buljubasich (Neumonólogo, miembro fundador de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria).