El plantel de Talleres retomó ayer las prácticas, tras descansar el día sábado, y encara de lleno el tramo final para el trascendental partido de ida del próximo miércoles a las 21.30, por los cuartos de final de la Copa Libertadores, frente a Vélez, en el José Amalfitani de Liniers. El arbitraje estará a cargo del colombiano Wilmar Roldán y el VAR del venezolano Juan Soto.
Para dicho partido, Caixinha tiene la tranquilidad de que dispondrá en los tres días que tendrá para poner a punto al equipo antes del viaje a Buenos Aires, el martes al mediodía, a Rafael Pérez y Alan Franco, ambos arrastraban molestias musculares y que de haberse jugado el suspendido partido contra Unión, no hubieran podido ser de la partida.
El central y el volante volvieron, el viernes por la mañana, a las practicas de manera normal y a la par de sus compañeros y están disponibles para ser considerados por el DT portugués, quien salvo por algún imprevisto, contará con todo el potencial de su plantel.
El único que no estará disponible para la ida pero sí para el partido de vuelta, el miércoles 10, en el Kempes, es Michael Santos, quien está en la puesta a puesto física y futbolística final tras superar un desgarro.
Por lo tanto, el equipo que Caixinha pondría ante el conjunto que dirige el Cacique Alexander Medina sería con Guido Herrera; Gastón Benavídez, Matías Catalán, Pérez y Enzo Díaz; Rodrigo Villagra y Christian Oliva; Diego Valoyes, Matías Godoy o Matías Esquivel y Franco; Federico Girotti.
Talleres le venderá populares a Vélez
Talleres anunció que para el duelo revancha de cuartos de final de la Copa Libertadores, el miércoles 10 de agosto en el estadio Mario Alberto Kempes, le venderá entradas a la parcialidad de Vélez Sársfield, decisión que generó malestar en los hinchas.
Es que el Fortín resolvió no dar ninguna localidad a los albiazules en el cotejo de ida, este miércoles 3 de agosto, a pesar de que el reglamento de Conmebol indica lo contrario y sobre todo porque los socios imaginaban el estadio repleto solo con albiazules.