El agua de red de nuestra ciudad, cuyo saneamiento depende de la empresa Aguas Cordobesas, contiene 17 veces más de un tipo de toxina denominada microcistina que lo aceptado por la Organización Mundial de la Salud y la normativa provincial. El dato surge de un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Medioambientales (CIM) y el Conicet de la Universidad Nacional de la Plata, para la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Córdoba.
Para realizar el estudio, se recogió agua de la canilla de ingreso en un domicilio de zona norte de esta capital el 29 de junio pasado. Allí, con la presencia de un escribano que constató la acción y el envasado hermético con precintado de seguridad, se envió la muestra al laboratorio del Conicet en la Universidad Nacional de La Plata.
A la muestra se le realizó un análisis mediante el método de cromatografía liquida y los resultados destacaron “la presencia de microcistinas, en particular de microcistina YR con un valor de 17 microgramos por litro de agua”, indica el informe difundido por los investigadores, que también aclara que el máximo aceptable en agua de beber es de un microgramo por litro.
“Las microcistinas son un grupo de toxinas secretadas por cianobacterias (algas verdeazuladas) que forman parte del proceso de eutrofización del lago San Roque, lugar desde donde se provee de agua cruda la empresa Aguas Cordobesas”, explican en el comunicado. “Hay muchas microcistinas diferentes y se clasifican por su toxicidad, el grupo de “toxicidad elevada” está conformado por las microcistina LR, LA y YR”, agregan.
Con respecto a los efectos nocivos sobre la salud, la resolución 174/16 del Ministerio de Agua, Ambiente y Servicios Públicos provincial aclara: “El efecto tóxico de las microcistinas en los seres humanos se debe a su potencial de inhibición especifico de las fosfatasas asociado a un importante daño en el hígado”. Y agrega que que la hepatitis tóxica aguda está atada por estudios científicos con los fenómenos de floraciones de cianobacterias.
Además, la resolución destaca que la exposición crónica correlaciona “la presencia de las toxinas con un aumento en los casos de cáncer de hígado y de colon”. “Las vías de exposición es a través de la ingesta de agua, la ducha, actividades recreativas, alimentos y bebidas contaminados y diálisis renal”. La misma Resolución cita estudios científicos locales en los que detecta microcistinas, incluso la variedad YR, en altas concentraciones en el agua del lago San Roque.
“Se requiere en forma urgente declarar la Emergencia Ambiental del Departamento Punilla y desarrollar un plan de remediación de la cuenca del Suquía que incluya cloacas, control del fuego y reforestación y detener la instalación de proyectos inmobiliarios con una moratoria hasta que se recupere el status del Lago”, agrega el comunicado.