La Academia Sueca de Ciencias ha anunciado hoy en Estocolmo que el Nobel de este año premia «el desarrollo de la química del clic y la química bioortogonal», que han permitido mejorar la orientación de los productos farmacéuticos en la lucha contra el cáncer.
El trabajo de los premiados de este año «amplía las fronteras (de la química) y tiene un gran impacto en la ciencia y en la sociedad», argumenta el fallo del jurado.
Según la Academia, la química de clic se utiliza en el desarrollo de productos farmacéuticos, para mapear el ADN y crear materiales que sean más adecuados para su propósito.
Además, usando reacciones bioortogonales, los investigadores han mejorado la orientación de los productos farmacéuticos contra la enfermedad.
Cabe destacar que el galardón premia así un trabajo que trata de que «los procesos difíciles sean más fáciles. La química del clic y las reacciones bioortogonales han llevado a la química a la era del funcionalismo».
Los ganadores de este año «han sentado las bases para una forma funcional de química, en la que los componentes básicos moleculares se unen de manera rápida y eficiente».
Bertozzi, en concreto, «ha llevado la química del clic a una nueva dimensión, al comenzar a utilizarla en organismos vivos. Sus reacciones bioortogonales tienen lugar sin alterar la química normal de la célula», ha destacado la Academia.
Por su parte Sharpless, para quien el de hoy supone su segundo Premio Nobel de Química, comenzó «a hacer rodar la pelota», al acuñar el concepto de química clic, una forma de química simple y confiable, donde las reacciones ocurren rápidamente y se evitan subproductos no deseados.
Poco después, Meldal y Sharpless, independientemente el uno del otro, presentaron lo que ahora es la joya de la corona de la química del clic: la cicloadición de azida-alquino catalizada por cobre. Se trata, según explica la Academia, de una reacción química «elegante y eficiente» que ahora es de uso generalizado.
Entre muchos otros usos, se utiliza en el desarrollo de productos farmacéuticos, para mapear el ADN y crear materiales que sean más adecuados para su propósito.
«El Premio de Química de este año trata de no complicar demasiado las cosas, sino de trabajar con lo fácil y sencillo. Las moléculas funcionales se pueden construir incluso siguiendo una ruta directa», ha señalado por su parte Johan Åqvist, presidente del Comité Nobel de Química.
El premio de hoy es el último entre los galardones científicos de la ronda de los Nobel, tras haberse revelado el lunes el de Medicina y ayer, martes, el de Física.
Cabe recordar por último que los anuncios continuarán el jueves con el de Literatura, el viernes se conocerá el de la Paz y el lunes próximo el de Economía.