La tensión social sigue en aumento en Brasil, donde miles de simpatizantes del presidente saliente, Jair Bolsonaro, manifiestan su descontento con el proceso democrático electoral en el cual Luiz Inácio Lula da Silva resultó ganador.
Desde el lunes por la madrugada, tras conocerse los resultados, diversos grupos comenzaron a movilizarse. Primero fue con cortes y bloqueos de rutas, que las fuerzas de Seguridad reprimieron. Ayer, bolsonaristas protestaron frente a los cuarteles del Ejército en San Pablo y Río de Janeiro para reclamar a los jefes militares intervenir mediante un golpe de Estado e impedir la asunción de Lula.
“Venimos a pedirle al Ejército que haga una intervención federal en las instituciones de Brasilia, en la Justicia Electoral, que se vote nuevamente porque hubo fraude. Nosotros somos el pueblo y no aceptamos las elecciones”, dijo a Marcelo Rossetti, uno de los organizadores de la marcha en San Pablo. “Bolsonaro no reconoció la victoria de Lula en su discurso, por eso estamos acá, para no permitir que asuma”, dijo.
El martes, Bolsonaro rompió el silencio y dio un breve discurso en el cual evitó admitir la victoria de Lula. “Quiero pedirles que desbloqueen las rutas, esto no forma parte de estas manifestaciones legítimas, no queremos perder nuestra legitimidad”, afirmó, a raíz de las pérdidas económicas que están generando y de la posible violación de la Constitución impidiendo el libre tránsito de personas.
Además, las redes sociales volvieron a ser un campo de batalla por la circulación masiva de mensajes con noticias falsas. En una de ellas, se afirmaba la decisión del Ejército para detener al presidente de la corte electoral, Alexandre de Moraes. Por otro lado, sectores antifascistas de las hinchadas organizadas de Corinthians, Atlético Mineiro, Coritiba, Palmeiras y Cruzeiro se enfrentaron con los bolsonaristas para desbloquear las rutas, a favor de la “democracia”.
El vicepresidente pidió aceptar la derrota
El vicepresidente brasileño, Hamilton Mourao, pidió al bolsonarismo “dejar de llorar y aceptar” la derrota “sin fraude” del presidente Jair Bolsonaro ante el mandatario electo Luiz Inácio Lula da Silva.
Mourao, que seguirá en el poder como senador, dijo que el partido tendría que haber objetado la participación de Lula en las elecciones tras la decisión de la Corte Suprema de anular las condenas en su contra por irregulares, lo cual lo habilitó a postularse.
“Nosotros estuvimos de acuerdo en participar de un partido en el que otro jugador, Lula, no debería estar jugando. Pero si acordamos, no podemos quejarnos. Hay que parar de llorar y aceptar que perdimos el partido”, dijo Mourao. Mourao también rechazó las versiones de fraude que circulan en redes sociales de seguidores de Bolsonaro que bloquearon más de 200 rutas.