La presión arterial puede ser excesiva en su rango superior (hipertensión) o en su rango inferior (hipotensión). La sangre fluye por las arterias ejerciendo una mayor o menor presión sobre ellas.
Al medir la presión arterial evaluamos la presión máxima cuando el corazón bombea la sangre (presión sistólica) y la presión mínima cuando el corazón se llena de sangre (presión diastólica).
La presión arterial alta (hipertensión) es una de las principales casusas de muerte en el mundo. Si la presión arterial es alta incrementa el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como infartos, accidentes cardiovasculares y daños renales, entre otros.
Si la presión arterial es baja (hipotensión) el corazón, el cerebro y otras partes del cuerpo no reciben suficiente sangre. Es la razón principal por la cuál podemos sentir un mareo en algún momento, o nos da ese pequeño vahído al levantarnos muy rápido del sofá o la cama.
¿Cuánta presión arterial es mucha y cuánta es poca?
El rango ideal de presión arterial es de 90/60 mmHg y 120/80mmHg. El primer número corresponde a la presión sistólica, cuando el corazón bombea la sangre, el segundo número se corresponde con la diastólica, cuando el corazón se llena de sangre.
Los valores por debajo de ese rango se consideran hipotensión, y los valores por encima de él reciben diferente denominación según la presión arterial que muestren.
- Presión arterial elevada: sistólica entre 120 – 129 mmHg y diastólica menor de 80 mmHg
- Presión arterial alta (hipertensión): sistólica entre 130 – 139 mmHg o diastólica entre 80 – 89 mmHg. Nótese que no deben darse ambos sino solamente uno de los dos.
Cada 20 mmHg que aumenta la presión sistólica (primer número) o cada 10 mmHg que lo hace la diastólica (segundo número) por encima del rango normal, se duplica el riesgo de muerte por cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular.
Tensión arterial ambulatoria
La tensión arterial se mide de forma puntual en un momento del día, lo que puede llevar a error. La tensión arterial ambulatoria consiste en monitorizar durante 24 horas la tensión arterial, obteniendo datos cada 20 o 30 minutos, durante uno o varios días.
Esta medida ofrece resultados que tienen una mejor asociación con la salud o con la enfermedad que las medidas puntuales de tensión arterial en el centro de salud. De hecho, hay pacientes que muestran valores normales al acudir al centro de salud, pero al obtenerlos mediante la tensión arterial ambulatoria muestran un mayor riesgo cardiovascular.
Si tenemos más de 120/80 mmHg de tensión arterial estamos por encima del rango normal y necesitamos controlarlo, especialmente mediante una tensión arterial ambulatoria para obtener datos más fiables. Si el esfigmomanómetro muestra unos valores por debajo de los 90/60 mmHg significa que nuestra tensión arterial es baja.
La hipertensión no suele mostrar síntomas hasta que no la analizamos. Lo recomendable es acudir al centro de salud una vez al año, y si los valores están muy al límite deberemos medir la tensión arterial en varios momentos, siendo la tensión arterial ambulatoria la forma más eficaz de hacerlo.