La tensión por el uso de misiles para pruebas militares tiene en vilo a la región de la península de Corea y a las naciones aledañas. Ayer, Corea del Norte disparó un misil balístico de corto alcance hacia las aguas orientales de Corea del Norte. Según el Ejército surcoreano se trata de una respuesta “feroz” al acercamiento militar de Estados Unidos a Corea del Sur y Japón.
Días atrás, el presidente estadounidense, Joe Biden, discutió las pruebas de misiles norcoreanas con su par chino, Xi Jinping, en la cumbre del G20 de Indonesia. Biden instó a Xi a usar su influencia para controlar a Corea del Norte.
En paralelo, el presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, se encontraron ayer en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Previamente, Kishida se reunió con Biden y el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol. Los tres plantearon que Pyongyang podría estar preparando un ensayo nuclear, el séptimo de su historia.