Luego de haber evitado sumarse a la presentación que 13 distritos concretaron el 26 de agosto pasado ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para que se declare inconstitucional el decreto presidencial que estableció un ajuste fiscal, a partir de la reducción del IVA en productos de la canasta familiar y la suba del mínimo no imponible en Ganancias, el gobierno de Córdoba acelera por estas horas la negociación de una especie de “trueque” con la Casa Rosada. En este sentido, el gobernador Juan Schiaretti evalúa la posibilidad de acompañar en el Congreso, a través de sus espadas legislativas, la aprobación del proyecto de ley oficialista que busca reestructurar los bonos de la deuda nacional. Como contraprestación, Mauricio Macri estaría dispuesto a incluir en esa iniciativa un aval para que las provincias también puedan reprogramar sus acreencias en dólares, un “rojo” que se fue haciendo más abultado con cada devaluación.
El plan del Gobernador para intentar surfear de la mejor manera posible el impacto de la crisis económica nacional enfrentaría un enorme impedimento. Ocurre que el titular del bloque del PJ en el Senado, el cordobés Carlos Caserio, tiene otros planes. El también mandamás del peronismo en nuestra provincia se niega a dar el debate sobre la deuda que el macrismo emitió y ahora no puede pagar. De hecho, no habría legislador opositor que se imagine abriendo el recinto del Parlamento para solucionarle este grave inconveniente al gobierno de Cambiemos, y hasta lo desafían en voz baja a resolver la reprogramación por decreto.
Cabe recordar que en esta jurisdicción, el 95% de la deuda está tomada en divisa estadounidense. El problema de la mayor exposición al dólar hace la carga más pesada porque los distritos provinciales recaudan en pesos. En el caso de Córdoba, por ejemplo, el reciente salto del dólar de 45 a 60 pesos implicó una suba de $40.000 millones en su stock de deuda. El monto global equivale al 73% del presupuesto total de la Provincia, por lo que desde el Panal insisten en que es manejable. De todos modos, el perfil de vencimientos es más preocupante a futuro, debido a que en 2021 habrá compromisos por hasta 800 millones de dólares.
Otro ingrediente que genera inquietud en la Casa Espejada tiene relación con el alarmante dato aportado el martes último por el Ministerio de Finanzas de Córdoba: con agosto ya son 14 meses de caída consecutiva en la recaudación provincial. Así las cosas, el interés de Schiaretti es arribar a un pronto entendimiento con el macrismo, ya que una eventual reestructuración de la deuda cordobesa en dólares, requiere de un apoyo concreto del poder central. Para sumar incertidumbre a un escenario por demás complejo, en la víspera la calificadora de riesgo Moody’s Latin America informó que bajó las calificaciones de emisor y de deuda en las escalas global/nacional tanto en moneda local como extranjera de ocho provincias, entre ellas Córdoba.