El escándalo provocado el pasado domingo por un joven en el Cerro de Las Rosas cuando con su auto avanzó al menos 50 metros con dos policías sobre el capot, desobedeciendo la orden de parar y bajarse, volvió a exhibirnos lo que sufrimos como sociedad, y con la facilidad en que las normas de tránsito son violadas de diferentes maneras.
Lautaro Ordoñez, de 20 años, estaba acompañado por las hermanas Abril y Tiziana Aresca, de 21 y 19 años respectivamente, cuando cerca de las 10.30 del domingo de Navidad, y aparentemente después de una noche de diversión, en una «avivada» habría intentado colarse en la fila de un conocido local de comidas rápidas de la avenida Rafael Núñez. Los otros clientes no se lo permitieron y entonces su auto quedó mal ubicado, lo que llamó la atención de policías que pasaban por el lugar. Esta fue la situación que derivó en las conductas posteriores, con videos que muestran casi todo lo sucedido desde adentro y desde afuera del vehículo. Uno de los policías embestidos sufrió un traumatismo de pie pero pudo haber ocurrido una tragedia mayor. Ordoñez no tuvo más remedio que frenar cuando una camioneta de la Policía cruzó el cantero y se le interpuso en el camino. La fiscal Liliana Copello imputó a Ordoñez como autor de lesiones leves dolosas y resistencia a la autoridad, y a Abril Aresca de lo mismo pero como posible instigadora. La madre de las chicas, es una conocida funcionaria judicial de Tribunales Dos, que se hizo presente en el lugar del lugar, lo que generó inevitables suspicacias.
Cognitivamente el joven no se veía «bien» en el momento de ser bajado del vehículo y horas después se supo que Ordoñez ya tenía multas por manejar alcoholizado, con las luces apagadas y con exceso de velocidad, en episodios anteriores. Si bien en el hecho del domingo en Núñez y Wast el informe médico descarta halitosis alcohólica, será la pericia química la que confirme o no la presunción que estaba con alcohol en sangre. Como si fuera poco, el lunes pasado una joven denunció a Ordoñez por un abuso que habría sucedido en el country Las Delicias, en 2020.
Es verdad que «la juventud es un divino tesoro», pero no todo vale para llevarse el mundo por delante. Alguien le debería decir: “así no”.