Después de una reunión urgente entre la FIA y el gobierno italiano, se decidió suspender definitivamente el Gran Premio de Emilia Romagna debido a las lluvias torrenciales e inundaciones que azotan parte de la zona norte del país europeo.
A través de un comunicado oficial, la Federación Internacional del Automóvil anunció la cancelación del GP de Imola, una carrera que se festeja desde el año 2020.
Pese a los enormes esfuerzos de la organización, no hubo otra opción que anular la competencia por las terribles inundaciones, que provocaban constantes evacuaciones de las instalaciones e impedían trabajar tanto a los mecánicos como los transportistas de cada equipo constructor.
“La comunidad de la Fórmula 1 quiere enviar su apoyo a las personas y comunidades afectadas por los recientes acontecimientos en la región de Emilia Romagna. También queremos rendir homenaje a la labor de los servicios de emergencia que están haciendo todo lo posible para ayudar a los necesitados”, indicó el comunicado oficial.
“La decisión se ha tomado porque no es posible celebrar el evento con seguridad para nuestros aficionados, los equipos y nuestro personal, y es lo correcto y responsable dada la situación a la que se enfrentan las ciudades de la región”, agregó.