El Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró ayer que se mantienen las conversaciones con el Gobierno argentino para alcanzar la reformulación del acuerdo vigente, pero, al mismo tiempo, no dio señales de un cierre en el corto plazo.
Asimismo, negó que el organismo haya recibido una carta por parte de China –miembro del directorio- en la que, supuestamente, se instaba a la institución a llegar a un entendimiento con la Argentina, dado que, en caso contrario, auxiliaría al país a financiar los vencimientos que debe afrontar hasta fin de año.
La posición del FMI fue expresada por la vocera, Julie Kozack, al reanudarse las conferencias de prensa en Washington luego de un mes de silencio.
Con lo expresado por el FMI se esfuman las posibilidades de que el acuerdo esté firmado y aprobado por el board del organismo antes del 31 de julio cuando el país debe pagar US$ 2.700 millones. Kozack señaló que el objetivo de las conversaciones es buscar “alternativas para fortalecer el programa de las autoridades reconociendo el impacto de la sequía sobre la economía”.
Al mismo tiempo, la portavoz avaló el pago que realizó el país con yuanes porque “es una de las cinco monedas que libremente pueden usar los miembros del FMI”. En ese sentido, insistió en que, a la fecha, la Argentina está al día con sus obligaciones con el FMI.
Pese a las diferentes consultas realizadas por distintos medios de prensa, Kozack eludió dar precisiones sobre cuáles son los tópicos económicos sobre los que se discute. Tampoco sobre los plazos de las negociaciones: “Los equipos están trabajando intensamente para lograr completar la quinta revisión”, se limitó a decir. Tras lo cual agregó que las “discusiones son profundas”. El Gobierno espera concretar el próximo desembolso previsto en el plan original, por alrededor de US$ 4000 millones.
De esta forma, Kozack esquivó la respuesta respecto a si ya se activó el tramo final de la negociación que permitiría a los técnicos de la Argentina viajar a Washington para terminar de cerrar el acuerdo. Diversas fuentes indican que la demora del envío de la misión argentina, prevista en un comienzo para el martes pasado, radica en la magnitud del ajuste fiscal que exige el FMI y que el equipo económico argentino no acepta.
Sobre el tema también se refirió ayer el ministro de Economía y precandidato de Unión por la Patria, Sergio Mass, durante un acto inaugural. “Estamos dialogando, estamos negociando, estamos cerquita de dejar cerrado el 2023”, reiteró.
Luego agregó un fuerte condimento político cuando, ya en tono de campaña, afirmó: “Les voy a contar una intimidad: un funcionario del Fondo en un zoom de la mañana me contaba que hubo economistas de la oposición que en los últimos días se comunicaron y les decían ‘no les den nada’, ‘pidanle todo’, ‘exíjanles al máximo’, ‘esto tiene que estallar’”, destacó.
El tigrense aseguró que el funcionario del Fondo le dijo: “Qué poco patriotas son tus colegas de la oposición”. Y agregó que se sorprendió ante la idea de que esos políticos, en medio de la campaña, “están dispuestos a que la gente la pase mal”.
En concreto, las negociaciones en curso entre el FMI y la Argentina para reformular el programa suscripto en marzo de 2022, llevan casi tres meses. El país solicitó la reformulación del programa y adelantar desembolsos debido a que la sequía comprometió ingresos por casi US$ 20.000 millones en exportaciones.