El gobierno de facto de Níger ordenó el sábado la expulsión del embajador de Francia, Estados Unidos, Alemania, Nigeria y Costa de Marfil en Niamey, en el marco de las tensiones tras el golpe de Estado perpetrado por el general nigerino Abdourahmane Tchiani.
El Ministerio de Exteriores nigerino precisó que, ante la negativa del embajador francés Sylvain Itte de “responder” a una “invitación” para una conversación, las autoridades decidieron retirar su aprobación, exigiéndole su salida del país en un plazo máximo de 48 horas. La carta del Ministerio se extendió al embajador de Alemania, Oliver Schakenberg.
Ante “la negativa del embajador alemán en Niamey a responder a la invitación de comparecer a una entrevista” y otros “actos contrarios a los intereses de Níger”, las autoridades “han decidido retirar su aprobación al Sr. Oliver Schnakenberg y pedirle que abandone el territorio de Níger en un plazo de 48 horas”, consignó la agencia de noticias ANSA.
También recibió una carta de la junta golpista la embajadora de Estados Unidos, Kathleen FitzGibbon; el de Nigeria, Cui Jianchun, y al embajador de Costa de Marfil, que fue llamado en consulto por declaraciones del presidente marfileño, Alassane Ouattara.
Esto se produce después de que la junta golpista acusara a París de querer intervenir en el país utilizando como vehículo a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), cuyo objetivo es restablecer el orden constitucional y devolver el poder al depuesto presidente Mohamed Bazoum.
En paralelo, las Fuerzas Armadas de Níger ordenaron poner las tropas en “alerta máxima”, según anunció el jefe del Estado Mayor, Moussa Salaou Barmou, en un mensaje de radio emitido de manera urgente. Salaou Barmou atribuyó esta decisión a la necesidad de evitar sorpresas y asegurar una respuesta pertinente frente a las “amenazas de agresión” contra Níger, después de que los países de la Cedeao advirtieran sobre una posible intervención militar.