Mucho se ha hablado del voto de las juventudes en estas últimas elecciones. Desde ya que la posibilidad de elegir a sus representantes a través del voto es un hito fundamental, especialmente considerando los 40 años de democracia que se conmemoran este 2023. Sin embargo, la participación juvenil puede incluir múltiples expresiones que van más allá de la instancia de la votación, y que son fundamentales para crear sociedades más justas, más equitativas y más democráticas.
En este sentido, y como parte de los compromisos asumidos con el país, en 2023 desde el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) decidimos sumarnos a «Plan A. Encuentro anual por las adolescencias», en alianza con Unicef, que tiene como propósito promover la conversación pública, plural, federal e intergeneracional entre distintos actores de la sociedad y tomadores de decisión para dar lugar a la voz de las y los adolescentes y las juventudes en la agenda de las políticas públicas, y avanzar en el fortalecimiento del Estado como garante de sus derechos.
La segunda edición de Plan A tiene su momento cumbre entre ayer y hoy, cuando jóvenes y adolescentes de 13 a 20 años de todo el país reunidos en la Ciudad de Buenos Aires intercambian, discuten y priorizan un documento de incidencia política en el que vienen trabajando desde hace un mes, y que reúne cinco temáticas de agenda prioritarias para las adolescencias y juventudes que participaron. Este documento luego será compartido con los candidatos y las candidatas a la presidencia con el objetivo de que dichas temáticas puedan ser tenidas en cuenta en sus plataformas electorales.
Previamente, se realizaron encuentros regionales en los cuales jóvenes y adolescentes compartieron sus ideas, impresiones y preocupaciones en torno a la salud mental, la educación, la participación juvenil, el ambiente, los derechos sexuales y reproductivos y la Educación Sexual Integral. En este sentido, fue prioridad poder contar con una representación federal, garantizando la presencia de habitantes de las distintas provincias, razón por la cual quienes estuvieron presentes destacaron la posibilidad de participar, en contraste con los limitados espacios que suelen tener o ser convocados.
En estos encuentros las adolescencias y juventudes demostraron querer ser parte de las discusiones políticas, aunque a veces perciben una mirada adulta que no abre las puertas a la participación. El diálogo intergeneracional puede construir un puente que abrace la diversidad de miradas y permita el avance de toda la comunidad.
Desde UNFPA y Unicef consideramos que la participación de las juventudes y las adolescencias es fundamental para consolidar la democracia. Lo que buscamos es amplificar sus voces para que sean escuchadas, en particular por quienes van a tener a su cargo la representación política otorgada por el voto, lo cual sin duda tendrá un fuerte impacto en sus propias vidas, así como en la sociedad en su conjunto.