El segundo vuelo de Aerolíneas Argentinas que transportó desde Roma a un nuevo grupo de argentinos desde Israel arribó esta tarde al Aeropuerto Internacional de Ezeiza con 262 connacionales repatriados, y fue recibido por un centenar de familiares que, entre abrazos de emoción y globos por el reencuentro, agradecieron al Gobierno nacional por el operativo.
La aeronave Airbus 330-200, matrícula LV-GHQ, partió de Roma a las 6.23 de hoy (2.23 de la Argentina) con el número de vuelo AR1091.
«Agradecemos al gobierno argentino esta repatriación, pero también le pedimos que pongan la lista de grupos terroristas a Hamas, que no lo dude más, que se pongan de acuerdo oficialismo y oposición y que lo saquen ya. Es algo que necesitamos como seres humanos, que este tipo de gente no pueda tener recursos económicos, ni militares, ni nada», dijo a Télam Gabriel Traiman, padre de Ioel (18), una de las personas repatriadas, junto a la madre del joven.
«Estamos esperando a nuestro hijo que se fue a estudiar hace dos años a Israel, a terminar el secundario. Del colegio donde estaba él se fueron todos los chicos, porque son chicos de todas partes del mundo. Nuestro hijo vuelve con la intención de que se calme la situación y después volver a terminar los estudios. Nos contó que el domingo cuando salieron a las cuatro de la tarde en Tel Aviv, hubo una andanada de misiles muy grandes y sonaron las alarmas y se tuvo que tirar cuerpo a tierra», añadió el padre.
Ioel, es un joven argentino que vivía con visa de estudiante en Netanya, ciudad ubicada en la región norte de Israel.
«Donde él estaba viviendo no hubo muchos problemas, pero como él es uno de los más grandes y los tutores de los chicos fueron llamados al ejército, los más grandes se encargaron de los más chicos, y él tenía a cargo un edificio. Él está bien, es fuerte», añadió el hombre.
Según contó su padre, Ioel estaba citado el 23 de octubre para realizar las primeras pruebas en el ejército de Israel, e ingresar a la fuerza cuando terminara el colegio, dentro de un año.
«Su intención es quedarse a vivir allá hasta los tres años de ejército y quedarse a vivir en Israel», reafirmó su padre.
Sobre cómo se enteró del inicio de los ataques a Israel, el padre reconstruyó además que «ese sábado -7 de octubre- a las tres de la mañana de Argentina nos llegó un mensaje por WhatsApp del colegio. Nos asustamos cuando lo vimos porque era Shabbat, es el día de descanso, dijimos ‘algo pasa’. Cuando abrí el celular tenía estallado de mensajes y ahí empezamos a correr buscando familiares, amigos, además de a mi hijo, gente que está en el sur, poder ubicarlos. Argentina además tiene muchos conciudadanos en la zona sur, donde fue salvaje masacre de Hamas».
«Todavía hay desaparecidos y uno de los países que más desaparecidos tiene es Argentina, estamos trabajando en distintas campañas, colaborando», concluyó.
Laura (42) espera a su hermana de 39 años con sus dos hijos, uno de 2 años y otro de 8 meses.
«Ella vivía en el norte, dejó a su marido. No sabía si venir o no, estaba atravesada por los conflictos lógicos que tienen que ver con la pertenencia a ese lugar, apoyar y a quedarse. Espero recibirla y recomponerla con todos los pedazos que debe tener».
«Culturalmente no tenemos la misma idiosincrasia, y quizás, para un argentino, automáticamente uno quiere salvaguardar su vida, su familia, y en el caso de ella tuvo que lidiar un poco con otras concepciones también, de quedarse, apoyar y demás, pero llegó, acá esta, así que lo logró», consideró Laura que fue a esperar a su hermana junto a sus padres y «mucha emoción».
En Israel, Alan, de 23 años estaba por comenzar a estudiar Relaciones Públicas y trabajaba. «No quería volver, se quería quedar a ayudar como voluntario, pero la decisión familiar que tomamos es que vuelva», contó su madre Karina a Télam, mientras esperaba que llegara en Ezeiza.
«Como voluntario ellos juntan plata para comprar comida, para mandar a los soldados, en todo el país se hace eso. Cuando empieza la guerra, la gente se junta y ayuda a los soldados, ayuda a comprar alimentos, a la gente que quedó sin casa», explicó.
A partir del sábado de los ataques, «Alan hizo vida normal y cuando les decían que no podían salir, no salían. Ellos están acostumbrados, nosotros no», contó Karina.
«No sé con qué hijo me voy a encontrar, pero estoy contenta. Está en su país», concluyó la madre.
Ayer por la mañana, este Airbus de Aerolíneas Argentinas partió desde el aeropuerto «Ministro Pistarini» para llegar al aeropuerto de Fiumicino a las 23, con el objetivo de completar el traslado de los argentinos y argentinas que se encontraban en Israel al momento en que recrudeció el conflicto palestino-israelí, con los ataques perpetrados en territorio israelí por la organización Hamas el 7 de octubre pasado.
Una vez embarcados los argentinos que habían sido trasladados desde la ciudad de Tel Aviv a Roma en el marco del operativo «Regreso Seguro», el avión emprendió el regreso a la Argentina.
Se trata del segundo vuelo especial de la línea aérea luego de que el domingo por la mañana llegara al país el primer contingente de repatriados.