La relación de Donald Trump con Ucrania siempre fue tormentosa, ya que el ex presidente estadounidense siempre fue conciliador con el jefe de Estado ruso Vladímir Putin.
El magnate, favorito en las encuestas para volver a la presidencia y relevar a Biden, insistió que, si fuera elegido, acabaría la guerra en Kiev “en 24 horas”.
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, le respondió ayer por primera vez: “Yo solo necesito 24 minutos, no más, para explicarle que no puede gestionar esta guerra. No puede conseguir la paz y la razón es Putin”, dijo.
La principal preocupación de Kiev en el tablero diplomático internacional es el Partido Republicano. El propio Zelenski afirmó en Washington el pasado 21 de septiembre que “sin Estados Unidos, Ucrania perderá la guerra”. De hecho, la mayoría conservadora en el Congreso bloqueó el pasado septiembre futuras partidas para Ucrania.
En paralelo, Ucrania acusó ayer a Rusia de disparar cuatro misiles y lanzar drones de ataque durante la noche desde territorios ucranianos ocupados por Moscú en el sur del país, en lo que podría ser la antesala de una ofensiva sobre sus infraestructuras energéticas, como ocurrió el invierno pasado. Además, Kiev acusó a Moscú de atacar en la madrugada a Odesa (sur), dejando ocho heridos, mientras el Ejército enviado por el Kremlin intenta retomar Robotine, una ciudad del sur que fue reconquistada por Ucrania a fines de agosto.