Luego de que el Nobel de Economía fuera para Claudia Goldín por sus estudios sobre el papel de las mujeres en el mercado laboral, la investigadora Celeste Gómez del Conicet-UNC reflexionó sobre las particularidades del mercado laboral argentino y destacó la importancia de abordar las causas y determinantes que perpetúan la discriminación en la participación de las mujeres en distintos ámbitos. Puntualmente, se enfocó en las que carecen de una justificación.
Gómez, quien también es profesora en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE), comentó que, actualmente, hay numerosas investigaciones que evidencian que la disparidad salarial surge como consecuencia de una serie de circunstancias que limitan y discriminan a las mujeres. “El hecho de que los sectores mejores pagos -las áreas que mejor pagan en una empresa- estén, en cierta forma, orientados hacia los varones sin ninguna justificación concreta, hace que esa permanente segregación a la mujer en el mercado laboral se traduzca en una brecha salarial”, detalló.
Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizada por el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos) en el primer trimestre de 2023, en Argentina las mujeres ganaron, en promedio, 25% menos que los varones por la misma tarea. Al respecto, la investigadora explicó que este tema sigue pendiente y asegura que la participación de la mujer en el mercado laboral y su reconocimiento “es un camino que hay que seguir recorriendo y que esperamos que se pueda ir reduciendo de a poco”.
Por otro lado, González asegura que, en el contexto económico actual, la necesidad de recurrir al pluriempleo afecta directamente a las mujeres. “El problema que enfrentan las mujeres es que, además de mantener múltiples ocupaciones, también asumen la responsabilidad de cuidar a integrantes más jóvenes de la familia o a personas mayores que requieren atención especial”, explicó. Por lo que, en clave de género, se juntan varios factores: la limitación de participación femenina en el mercado laboral, la necesidad de tener más de un trabajo, y las horas de trabajo no remuneradas.
Para la investigadora, se pueden observar desigualdades relacionadas con el cuidado de la familia y el hogar, ya que limita su participación en el mercado laboral y su capacidad para acceder a oportunidades de desarrollo. En ese marco, González, una de las autoras de la investigación “Mujeres y ¿desarrollo? Características, Obstáculos, Beneficios y Paradojas de la participación de las mujeres en el mundo de la producción”, destacó que “no se trata solamente de reflejar estas desigualdades en la inserción laboral, sino también de mostrar que firmas que han incorporado diversidad pensada desde el género”.