El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó hoy el bono de $ 55.000 para los jubilados que se pagará con los haberes de enero, pero advirtió que «aún no está definido el monto» correspondiente a febrero.
En su habitual conferencia de prensa matutina en la Casa Rosada, Adorni ratificó lo adelantado ayer por fuentes oficiales, y señaló que «de este modo, las jubilaciones no serán inferiores a la línea de $ 160.000 pesos».
Asimismo, reiteró que, de ahora en más, «en tanto y en cuanto no esté vigente una nueva Ley de Movilidad, los jubilados serán compensados de manera mensual para que dejen de perder contra la inflación».
El bono de $ 55.000, indicó, se otorgará «en línea de lo obsoleto de la vieja fórmula de Movilidad Jubilatoria, entendiendo que iba a ser sumamente perjudicial para los jubilados».
«El bono de enero va a ser de $ 55.000, va a estar estipulado otro bono para febrero, pero aún no está definido el monto», puntualizó.
La suma es similar a la que la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) pagó en diciembre tras aplicar el último aumento trimestral del año, de 20,9% que llevó a la mínima a $ 105.713.
A la vez, afirmó que el monto del bono que en febrero se pagará a los jubilados «aún no está definido», si bien el aporte extra para el sector previsional para el mes de enero será de «55 mil pesos». «Está estipulado otro bono para febrero pero aún no está definido el monto», señaló Adorni.
Acto seguido, Adorni dijo que uno de los objetivos de las reformas implementadas a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 de desregulación es la «modernización» del «esquema laboral», al advertir que «hace 10 años que Argentina no crea empleo privado de calidad».
En su habitual conferencia de prensa diaria, Adorni afirmó que los salarios «son de los más bajos de la región» y que en «buena parte de la economía de los trabajos son informales».
Luego justificó la decisión del Gobierno argentino de no participar del bloque de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) al argumentar que el «cambio» en materia de política internacional «amerita un proceso de análisis mucho más profundo que el que entendemos se había tomado con el Gobierno anterior».