El líder socialista Pedro Sánchez consiguió hoy los votos necesarios para ser investido nuevamente presidente del Gobierno español durante la segunda votación parlamentaria tras un acuerdo con la fuerza de izquierda Unidas Podemos, con la que integrará el primer gobierno de coalición de la historia democrática española.
Sánchez logró la confianza del Congreso español al cosechar una estrecha mayoría de 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones.
De esta manera, España tendrá un gobierno de coalición por primera vez desde el regreso de la democracia.
Esta votación pone además fin al bloqueo político que vivía España desde las elecciones generales del 28 de abril pasado, en las que venció el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez, pero tras las que no pudo formar una mayoría de gobierno por lo que fue necesario repetir los comicios el 10 de noviembre.
La reelección del dirigente socialista se cocinó al calor de un acuerdo con Unidas Podemos, la fuerza de izquierda que conduce Pablo Iglesias, con la que pactó el reparto de los cargos en el gobierno en el que el profesor universitario ocupará la vicepresidencia.
La negociación incluyó a los partidos independentista de Cataluña y el País Vasco, que encontraron en Sánchez, un canal de diálogo antes inexistente para encausar sus demandas de autodeterminación, de los cuáles, sin embargo, no trascendieron los detalles.
A cambio, los parlamentarios de la Esquerra Republicana Catalana (ERC) y de E.H. Bildu se abstuvieron a la hora de votar la moción de respaldo al socialista, lo que le allanó el camino hacia la investidura.
En la primera votación en el Congreso, realizada el domingo pasado, el jefe de Gobierno no alcanzó los dos tercios necesario para imponerse en primer instancia.
Con 166 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, Sánchez no alcanzó a juntar los 176 necesarios, algo que está previsto y que revirtió hoy con una mayoría simple.
Tanto el domingo como hoy, los votos negativos procedieron del frente de los partidos de derecha y ultraderecha (Ciudadanos, Partido Popular, Vox), de dos partidos independentistas catalanes (JxCat y CUP) y de varias formaciones regionalistas de tinte conservador.
Tras la votación, Iglesias se mostró visiblemente emocionado por la llegada al poder de una formación política surgida al calor de las protestas del Movimiento-15, también conocido como los indignados, que irrumpió en la escena política española durante los primeros años de esta década.