Año 1998. En el cuarto de un amigo había un póster que me impactó; en primera plana una especie de zombie alzaba un hacha con su mano derecha, mientras abrazaba a una mujer vestida de rojo, en un callejón lleno de monstruos que emergían debajo de las baldosas. En la parte superior, un nombre con letras angulosas: Iron Maiden.
Iron Maiden es una banda de Heavy Metal, y su nombre proviene de un instrumento de tortura llamado la “Doncella de Hierro”, que el fundador de la agrupación vio en una película. Curioso por toda esta información, y guiándome por el recuerdo de aquel póster, ese año compré el CD “Killers” (segundo álbum de la banda, publicado en 1981).
Recuerdo milimétricamente cada sonido: la unión de las dos guitarras y el bajo al unísono que luego se separaban en riffs pegadizos; solos virtuosos; y un bajo presente con una línea melódica propia. La batería acompañando; pero, al mismo tiempo, destacándose del conjunto de instrumentos con diferentes patrones rítmicos, algunos que, por ejemplo, imitan el galope de un caballero en su corcel. La voz del cantante, con un timbre particular, oscilaba del barítono oscuro hacia un agudo similar al de una guitarra en el registro más alto.
Las composiciones están referidas al título del álbum, como, por ejemplo, “The Ides of March” (en alusión a la fecha en la que se asesinó a Julio César), y “Murders In The Rue Morgue” (referida a la obra de Edgar Allan Poe). La mitología griega se hace presente en “Prodigal Son”, donde el personaje de la historia le suplica a la figura femenina de Lamia que lo ayude, porque ha hecho cosas terribles por haber estado jugando con magia.
El domingo 4 de febrero, 43 años después de haber sido lanzado ese disco, Paul Di’Anno (el cantante del primer y segundo álbum) se presentó en Studio Theater, de la mano de la productora Metal Tempo, en el marco de su gira despedida.
Metal cordobés
Salvo por dos personas que tenían remera blanca, el resto de los allí presentes estábamos con ropa negra. Personas adultas y adolescentes eran parte del público, siendo notoria la presencia de dos agrupaciones de moteros, cuyos nombres se podían leer en sus camperas: “Hells Angels Argentina” y “Jawa Córdoba”. Frente a los prejuicios que puedan existir, en este tipo de recitales el clima es de total respeto, sin discriminación ni miradas raras.
La banda “Juramento” fue la encargada de la apertura de la noche. Al principio se logra reconocer en sus vestimentas oscuras vestigios de diseños que remiten a los druidas. El primer sonido que aparece es el de una gaita galesa, ejecutada por uno de sus integrantes. Una sonoridad rápida y armónica de los instrumentos emerge en conjunto con el amplio registro vocal del cantante. Canciones como “La fe del Cruzado”, “La sombra de la serpiente” y “Tierras prometidas”, junto a las imágenes proyectadas en la pantalla, terminan de dilucidar el género que interpretan: Power Metal Medieval.
La banda se formó en Córdoba, en el año 2001, y sus integrantes son Federico De Bernardi, Pablo Mancini, Mauro Danieli, Adolfo Díaz y Ariel Ead. Federico me indica que el nombre proviene de una carta del Magic (juego de cartas coleccionables e intercambiables); sus letras están basadas en historias medievales y fantásticas influenciadas por este juego y literatura como por ejemplo la de JRR Tolkien. Actualmente se encuentran grabando su nuevo trabajo discográfico, del cual ya hay adelanto disponible en su canal de YouTube, “Juramento Metal”.
A continuación, un sonido cinematográfico de campanas junto a un piano nostálgico se apropia del escenario; una voz en off anuncia el comienzo de una nueva era. Se encienden las luces nuevamente y en el escenario se divisan tres espadas medievales adornando los soportes de los micrófonos: es el momento de la agrupación cordobesa “Proyecto Grial”.
Formada entre los años 2016/2017, sus integrantes son Pablo López, Ivan Montenovo, Nicolás Moyano, Mauro Amaya, Edgardo Medina. Sus letras profesan historias de guerreros, conjuros, búsqueda espiritual, gloria eterna a los valientes, la justicia y el honor.
La voz de su cantante sorprende con un glissando hacia el registro agudo, para volver a un registro grave sin ningún problema. Los sonidos y melodías interpretadas por el teclado son la pieza fundamental que permite comprender que el género interpretado es el de Heavy/Rock con Power Metal Melódico. Poseen un álbum publicado de manera física y digital. Actualmente se encuentran grabando el nuevo material discográfico.
Llega el momento esperado: Paul Di’Anno se hace presente en el escenario, acompañado por músicos argentinos de renombre que integran agrupaciones importantísimas para la escena musical nacional: en guitarras Pablo G. Soler (Tren Loco) y Joel Boffa (Pueblo Chico), en bajo Emanuel Wysocki (Tano Romano), y en batería Martin Soria (Matan-SA). Fue un verdadero viaje en el tiempo poder presenciar la ejecución en vivo de temas del primer y segundo disco de Iron Maiden.
También hay que destacar que, a pesar del paso de los años, la voz de Paul sigue siendo nítida y tiene la misma fuerza que quedó inmortalizada en los álbumes.
Entre el público estaban presentes los integrantes de las bandas que abrieron la noche, disfrutando de ver a quien es uno de los pilares fundamentales del género. Mientras tanto, algunas personas cantaban a coro las canciones que saben de memoria, otras saltaban siguiendo el ritmo y no faltó el clásico gesto de replicar los solos en el aire con instrumentos invisibles.
Entre tema y tema, el público vitoreaba cuál cántico futbolístico el nombre de Paul, a lo que él respondió que eso no era necesario, porque él es una simple persona que vino a compartir con sus amistades lo que le gusta hacer. Y la sensación con la que se queda uno es esa, una unión fraternal donde se comparte un excelente momento que quedará grabado gratamente en nuestra memoria y nos hará sonreír cuando lo recordemos.
Agradecimientos: Metal Tempo Producciones, Studio Theater, Federico De Bernardi, Pablo López.