El diputado nacional libertario cordobés Gabriel Bornoroni logró posicionar a dos hombres de su riñón a cargo de lugares claves en la administración nacional. Se trata de la conducción de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) local y del Programa de Atención Médica Integral (Pami) provincial.
En el primer caso, se trata de Andrés Bauzá, el hijo del legendario primer jefe de Gabinete de Carlos Menem pero también socio de Bornoroni en el estudio que representa los intereses de los expendedores de combustibles, una actividad íntimamente ligada a la política cordobesa, ya que las estaciones de servicio suelen ser el “emprendimiento de cobertura” de buena parte de la dirigencia.
El organismo previsional extiende sus 18 delegaciones por distintos barrios de la ciudad y en las principales ciudades de la provincia. Además de la Anses, otro socio suyo, Marcos Patiño Brizuela, se quedó con la delegación del Pami, otra enorme caja.
En la campaña, este abogado jugó un rol clave: fue el apoderado de La Libertad Avanza. Aunque Patiño Brizuela tiene su propio estudio, éste funciona en el mismo lugar donde lo hace el buffet Bauzá-Bornoroni con un vínculo directo.
De este modo, Bornoroni les robó la ilusión que tenían otros referentes del PRO local de ingresar a cargos claves de la administración de Milei en Córdoba. Tal fue el caso de la ex candidata a viceintendenta, Soher El Sukaria, quien sonaba fuerte para ocupar el cargo de directora de la Anses.