El gobierno de Javier Milei abrió otro frente ayer al anunciar la propuesta del juez federal Ariel Lijo para cubrir el puesto vacante en la Corte Suprema de Justicia y ocupar el quinto lugar en el máximo tribunal tras la salida de Elena Highton de Nolasco. Además, anunció que nominará a Manuel García-Mansilla en reemplazo de Juan Carlos Maqueda, que cumplirá 75 años en diciembre próximo.
Las nominaciones generaron una fuerte reacción crítica, no sólo por la ausencia de una mujer en el máximo tribunal, sino también porque el Presidente había prometido que acordaría los nombres de los candidatos con los propios jueces de la Corte Suprema y con el titular de la cartera judicial, Mariano Cúneo Libarona. “Mi intención es consensuarlo con el ministro de Justicia y con la Corte, que sea algo consensuado”, señaló Milei en una entrevista el 20 de noviembre del año pasado, al día siguiente de ganar el ballottage.
Nada de eso sucedió, pues la noticia se difundió mediante un comunicado de prensa publicado por la Oficina del Presidente, que anunció la publicación de un decreto en las próximas horas para “nominar al Dr. Manuel García-Mansilla para reemplazar al actual juez de la Corte Suprema Juan Carlos Maqueda, quien cumple 75 años el próximo 29 de diciembre y deberá en esa fecha dejar su cargo, como establece la ley”. Para el Gobierno, se trata de “los cambios que la Argentina necesita para volver a los principios de la Constitución de (Juan Bautista) Alberdi que hicieron grande nuestro país, (que) no serán permanentes a menos que contemos con una Justicia que defienda estricta y honrosamente los valores de la vida, la libertad y la propiedad de los argentinos”.
Efectivamente, el juez García-Mansilla es un académico representante del ideario libertario: muy vinculado a las empresas petroleras, es director ejecutivo de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (Ceph) y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, vinculada al catolicismo más conservador. De hecho, fue uno de los expositores en el Congreso cuando se aprobó la despenalización del aborto en 2019, algo que rechazó bajo el argumento de que “es un delito (…) porque ese supuesto derecho al aborto no existe”.
Lijo, en cambio, es un referente del oscuro fuero de Comodoro Py: entre otras causas, tuvo a cargo la investigación de las irregularidades en la causa por el atentado a la Amia y del caso contra el entonces vicepresidente Amado Boudou vinculado a la empresa Ciccone Calcográfica. La propuesta de Lijo genera rechazo entre los ministros de la Corte Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, como también en el propio ministro Cúneo Libarona. No así la de García Mansilla, que tendría apoyo mayoritario. Lo cierto es que, tras la presentación formal, los dos candidatos deberán cosechar el respaldo del Senado para ingresar como jueces del máximo tribunal, donde el oficialismo deberá sumar el apoyo de Unión por la Patria (UxP) para su aprobación.
Repudio de los magistrados
La Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial manifestó ayer su “más enérgico repudio” por la propuesta del Gobierno para que se integren a la Corte Suprema el juez Ariel Lijo y el jurista Manuel García Mansilla, por la ausencia de mujeres en el máximo tribunal.
La organización, que agrupa a funcionarios judiciales, advirtió que se están vulnerando “principios básicos como la paridad de género que como Estado se debe asegurar al haber asumido compromisos internacionales”.
“En 200 años de democracia sólo tres mujeres han ocupado el cargo de ministras de la Corte Suprema, lo que claramente implica la falta de representación de más de la mitad de la población de nuestro país y la priva de las vivencias y miradas de este grupo mayoritario y sujeto a condiciones de vulnerabilidad”, sostuvo la organización, que exhortó “al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo a ejecutar acciones positivas concretas tendientes a respetar la paridad y equidad de género (…) con la postulación de dos mujeres para estas vacantes, porque es deber de las democracias asegurar la representación y participación equitativa de mujeres y hombres en la toma de decisiones”.
Duras críticas a las postulaciones
Referentes de casi todo el arco político salieron a cuestionar ayer las postulaciones del Gobierno a la Corte Suprema, al considerar que no habrá mujeres en el máximo tribunal del país. “Pretende consolidar una Corte Suprema integrada solo por varones. Nuestro Presidente no quiere mujeres con poder. Quiere poder sobre las mujeres”, consideró la ex Secretaria Legal y Técnica Vilma Ibarra.
“El Presidente eligió retroceder en materia de género e igualdad, en un país con grandes juezas y académicas que pueden aportar una mirada enriquecedora a la Corte. Debe rever su decisión y garantizar la representación. Sin mujeres, no hay Justicia”, sumó la ex intendenta de Rosario, la socialista Mónica Fein.
“No puedo creer Presidente que postule al Juez Lijo, casta total, no académico, que encima está denunciado por su mal desempeño causa YPF”, agregó Marcela Campagnoli (CC-ARI), mientras su compañero Juan Manuel López consideró que “Lijo es la casta millonaria con haras de caballos imposibles de pagarse con sueldos públicos. Es parte del freezer que administra el banco de la impunidad argentina desde Comodoro Py como denunció Elisa Carrió. Vergüenza Milei”.