WASHINGTON.- Los republicanos intentan cerrar filas para controlar el juicio político contra el presidente Donald Trump en el Senado, luego del revuelo causado por las revelaciones del ex consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, que podría desbaratar su estrategia de defensa. La exposición de los defensores concluyó en las últimas horas centrada en atacar la solidez de los cargos presentados contra Trump y en defender la legitimidad de sus esfuerzos por investigar a su rival político Joe Biden.
Sin embargo, la batalla se centra ahora en la posibilidad de convocar a nuevos testigos, algo que los republicanos quieren clausurar para evitar la comparencia de Bolton, que escribió un libro sobre su paso en la Administración Trump donde revela que el mandatario quería congelar la ayuda militar a Ucrania hasta que Kiev abriera una investigación sobre Biden, su posible rival demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre. La revelación contenida en el libro hecha por tierra la defensa del mandatario y certifica la acusación de abuso de poder.
El líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, está volcado de lleno a conseguir los votos republicanos para evitar la declaración de nuevos testigos: los demócratas tienen 47 de los 100 escaños del Senado, así que necesitan el apoyo de cuatro hombres del partido oficial para lograr la mayoría simple y forzar la declaración de Bolton. McConnell reconoció ayer que aún no cuenta con los votos suficientes para bloquear la comparecencia de testigos, que se votará a principios de la propia semana. Por lo pronto, la Casa Blanca prohibió ayer la publicación del libro de Bolton porque contiene una cantidad significativa de información clasificada”.