Francia advirtió ayer sobre “serios disturbios sociales” a medida que se avecinan nuevos controles fronterizos de la Unión Europea a partir de octubre. Los mismos fueron postergados hasta octubre a causa del efecto que podrán tener sobre los Juegos Olímpicos en Francia, que ya inquietan a los trabajadores y a los comerciantes en París por los problemas de seguridad que generarán.
Por razones de seguridad, control de la migración y las secuelas del Brexit para los británicos, a los titulares de pasaportes de países no pertenecientes a la UE se les exigirá que se les tomen las huellas dactilares y una fotografía cuando vayan a Europa. Esta demanda genera temores de un caos en los viajes.
En ese sentido, las autoridades advirtieron que los turistas podrían enfrentarse a colas de 15 horas o más en el puerto británico de Dover, cuando se introduzcan los nuevos controles en octubre.
A L’Union des Aéroports Français, que representa a los aeropuertos del país, también le preocupa que en octubre no haya un número suficiente de mostradores listos para recopilar datos biométricos. A esto se le suma que la principal preocupación de las autoridades francesas son los ciberataques.