La empresa distribuidora Ecogas comunicó a las estaciones de servicio de Córdoba un corte total en el suministro de Gas Natural Comprimido (GNC) por tiempo indeterminado, debido a una declaración de fuerza mayor por parte de la transportista con el objetivo de priorizar los consumos esenciales en la zona.
La medida fue informada a través de un correo electrónico y anunció que el incumplimiento podría acarrear multas y penalidades regulatorias. En consecuencia, las estaciones de servicio se preparaban para implementar la suspensión del expendio de GNC, generando largas filas de usuarios en busca de cargar combustible.
Por otro lado, en Santa Fe también se vivió una situación similar, con distribuidoras que informaron modificaciones de fuerza mayor debido a la escasez de gas en el país. Litoral Gas S.A. solicitó a sus clientes el cese inmediato del expendio de gas natural en sus estaciones para evitar afectar la Demanda Prioritaria, argumentando que la situación era ajena a su control. Esta decisión se enmarcó en la imposibilidad de descarga de un barco con Gas Natural Licuado (GNL) importado desde Brasil y la declaración de fuerza mayor por la transportadora en plantas compresoras.
La Presidenta de la Cámara de Expendedores de Combustibles afirmó que el corte de suministro de GNC era total y que, a pesar de que en principio se había establecido un horario para el cese, ahora la medida era indefinida.
Por su parte, Ecogas instó a las estaciones de servicio a acatar la suspensión total del expendio de gas natural, advirtiendo sobre posibles sanciones en caso de incumplimiento.
Las consecuencias de estas decisiones se reflejaron en la movilización de la población en busca de cargar combustible en las estaciones de servicio afectadas, revelando la preocupación por la disponibilidad de GNC en un contexto de escasez y restricciones en el suministro. Los usuarios aguardaban ansiosos por conocer cuándo se restablecería la venta de GNC, mientras las distribuidoras justificaban las medidas tomadas en el marco de una crisis energética que afectaba a varias provincias del país.
En medio de esta situación, las autoridades gubernamentales intentaban gestionar la crisis energética y asegurar el abastecimiento de combustibles esenciales, mientras se evaluaban alternativas como la importación de GNL para paliar la falta de gas en el mercado interno.