Como en la edición del año pasado, Carlos Alcaraz y Daniil Medvedev se enfrentarán en semifinales de Wimbledon, que se despidió ayer del número 1 mundial, Jannik Sinner.
El verdugo del italiano en cuartos de final fue Medvedev, en un partido decidido en cinco sets. El ruso tratará ahora de vengarse de Alcaraz, que le ganó fácilmente en la semifinal londinense de hace un año, por un triple 6-3.
La estrella española, que defiende el título en el All England Club, se impuso en su duelo de cuartos ante el estadounidense Tommy Paul (13º) por 5-7, 6-4, 6-2 y 6-2. “Me esperaba un partido difícil porque él venía de ganar en Queen’s y ha derrotado a grandes jugadores”, declaró el joven murciano de 21 años tras vencer a Paul.
“En el inicio del primer set y del segundo tenía la impresión de jugar sobre tierra batida, con intercambios muy largos. Cada punto duraba diez o quince golpes”, añadió. Solamente el primer set duró 72 minutos, algo muy inhabitual sobre césped. “Después de perder ese primer set tuve que mantenerme fuerte mentalmente. Sabía que el camino era largo, que el partido iba a durar”, señaló. “Es un gran jugador, acaba de ganar a Sinner, que es actualmente el mejor, eso quiere decir que está en un gran momento. Tendré que estar en mi mejor versión, tendré que creer en mí. Va a ser un partido difícil, pero voy a disfrutar”, concluyó.
Por su parte, Medvedev necesitó cinco sets para imponerse a un Sinner que tuvo un bajón físico durante el partido. “Sabía que para vencer a Jannik tendría que ganar un partido que iba a ser muy duro. No se le gana fácilmente, aunque en un momento llegué a pensarlo, cuando él se sintió mal. Pero sabía que era capaz de reponerse y de jugar mejor, así que estoy contento de haber podido mantener un alto nivel”, celebró el ruso.
Sinner tuvo un bajón físico en el inicio del tercer set, cuando parecía estar extremadamente débil, aunque luego se mostró más sólido. “Siempre son momentos difíciles de gestionar. Vi que no se movía muy bien, así que quería hacerle correr, para que sufriera un poco más. Pero al mismo tiempo, él podía pensar que como no podía correr iba a jugarse el todo por el todo. ¡Y es lo que hizo! Pero bueno, para mí está bien lo que termina bien”, explicó Medvedev.