Diputados nacionales de distintos espacios de la oposición debatieron hoy junto a especialistas del Derecho la propuesta para establecer el juicio en ausencia en el Código Procesal Penal, al cumplirse 30 años del atentado terrorista contra la sede de la mutual judía AMIA.
La mesa de diálogo estuvo organizada por Margarita Stolbizer (Hacemos Coalición Federal) y Pablo Yedlin (Unión por la Patria), en un encuentro en el que no faltaron críticas hacia la expresidenta Cristina Kirchner por el fallido Memorándum de Entendimiento con Irán firmado en 2013.
En la actividad participaron los jueces Franco Fiumara y la camarista Marcela De Langhe, y la defensora Silvana Corvalán, además del constitucionalista Daniel Sabsay, la ex diputada nacional Mariana Stilman, y Luis Czyzewski, padre de Paola, una de las 85 víctimas fatales del atentado a la AMIA del 18 de julio de 1994.
En cuanto a presencias de diputados nacionales, estuvieron autores de proyectos como Miguel Pichetto (jefe del bloque HCF) y el massista Ramiro Gutiérrez, además de Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Oscar Agost Carreño (HCF).
No hubo presencias ni del kirchnerismo duro, ni de la UCR, ni del PRO ni de La Libertad Avanza (LLA). De todos modos, el oficialismo sentó posición pocas horas después cuando ingresó formalmente por mesa de entradas el proyecto del Poder Ejecutivo Nacional.
Yedlin, quien se enrola en el Frente Renovador de Sergio Massa, aseguró que «esta iniciativa va a servir no solo para terminar con la impunidad de la Amia y juzgar a los terroristas sino también a militares aun impunes de la última dictadura».
«El estatuto de Roma permite juzgar crímenes de guerra y de agresión, de lesa humanidad y genocidio aun cuando no hayan sido detenidos por la justicia o se encuentren en el exterior» explicó.
A su turno, Pichetto destacó que el juicio en ausencia «no es anticonstitucional» porque la Corte Suprema «lo contempló y también la Cámara Federal y la Cámara de Casación lo sostienen».
Para el rionegrino, «el argumento de los ultra garantistas de la Argentina, vinculado generalmente a sectores de la izquierda progresista porteña en general» se «cayó total y definitivamente».
En tanto, valoró que el Poder Ejecutivo haya presentado un proyecto propio, y destacó que la iniciativa está contenida también en «la jurisprudencia de distintos países» como Italia, que juzgó a las mafias con el instituto del juicio en ausencia.
Además justificó la utilización del juicio en ausencia en la causa AMIA, que lleva 30 años de retraso, dado que los iraníes sobre quienes pesa un pedido de extradición con alertas rojas vigentes «nunca vendrán porque el Estado de Iran ha sido cómplice».
«Acá estamos enfrente a figuras del terrorismo internacional, que jamás van a venir. El país en el cual viven y al que pertenecen no lo van a extraditar. Tienen además roles políticos e institucionales importantes en el país de origen», afirmó.
«La estructura del proceso de juicio de ausencia determina un camino jurídico. En caso de que la persona no está hay que buscarla, y si no se la encuentra se la declara en rebeldía», describió Pichetto sobre el funcionamiento del procedimiento del juicio en ausencia.
Y añadió: «Si está en el extranjero hay que pedir la extradición, y si no se cumple el plazo el juicio continúa. Si hay multiplicidad de actores el juicio continúa, aún cuando uno de ellos esté ausente o esté en rebeldía». «Me parece que vamos a poder avanzar con mucha rapidez, si es que hay convicción, y hay decisión, y hay coraje», remató.
Seguidamente, la camarista De Langue apoyó la iniciativa pero pidió que el instituto de Juicio en Ausencia quede circunscrito a delitos aberrantes, es decir, aquellos «que trascienden la lesión de los derechos humanos básicos de la víctima individual y lesionan a la humanidad».
En ese sentido, pidió que no pueda ser utilizado ni para delitos comunes ni para otros más complejos, dado que se corre el riesgo de que el Estado no pueda dar con los responsables ni avanzar con la individualización de los autores de esos delitos.
Stilman, a su turno, planteó «la necesidad de que el legislador deje bien plasmado su voluntad, que sea claro, que no de lugar a la litigiosidad en ninguna de las situaciones». «Estamos tratando de casos excesivamente importantes, en los que se han perdido mucho tiempo para afianzar la Justicia, y no podemos dar un paso en falso en ese sentido», siguió la exdiputada nacional de la Coalición Cívica.
Sobre la causa AMIA, lamentó que pese a que los presuntos «partícipes del atentado ya fueron notificados por la Justicia argentina y se han dictado pedidos de captura, tienen circulares rojas, aún así se dan el gusto de pasear por el mundo y por la región, asistiendo a actos oficiales, públicamente».
En la misma línea, Fiumara reprochó que ministros iraníes sospechados del atentado a la AMIA se «pasean alegremente por todo el mundo con pasaportes con inmunidad diplomática» y «astutamente ingresan a los países amigos y cómplices».
Además, advirtió que algunos de los acusados con alertas rojas ya fallecieron al igual que muchos de los testigos y peritos, habiendo transcurrido tres décadas sin avances significativos de la Justicia. «Vamos perdiendo la prueba. Este es otro de los problemas graves que tenemos. Por eso la urgencia de una ley que sancione juicios en ausencia», explicó el académico y juez del Tribunal 4 de La Matanza.
Sabsay recordó con indignación la firma del Memorando de Entendimiento con la República de Irán, lo que calificó como «una verdadera vergüenza, donde la única cláusula realmente imperativa era el levantamiento de las alertas rojas».
«La reacción fue tan grande de la sociedad que no pudieron llevarlo adelante. Pero ahí se estableció una comisión de la verdad que iba a tener lugar, además en Irán, con la misma cantidad de representantes de Argentina y de Irán, y presidido por alguien que Irán iba a designar. En un país donde no existen las garantías del proceso penal, es una cosa realmente sórdida», rememoró.
«¿Quién fue la gran encubridora? La ex presidenta Kirchner y su ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, que le regalaron esta absoluta infamia, que es el memo de entendimiento», precisó Sabsay. Y concluyó: «Eso que es un encubrimiento mayor es el hilo por el que hay que tirar para llegar a la verdad, y que además comprende no solo el crimen del AMIA, sino también de la Embajada de Israel, el asesinato de Nisman, sobre quien además se hundieron las patrañas más repulsivas».