BUENOS AIRES.- Uno de los mayores mitos del pasado argentino comenzó a salir a la luz en las últimas horas cuando el Centro Simon Wiesenthal reveló una lista de nombres de unos 12.000 nazis que llegaron a nuestro país en la década de 1930, muchos de los cuales están sospechados de haber girado grandes cantidades de dinero a cuentas bancarias suizas.
Por un golpe de suerte, un investigador argentino descubrió un documento que da cuenta de esa ruta del dinero nazi en nuestro país: la lista con 12.000 simpatizantes del gobierno de Adolf Hitler en Alemania, pertenecientes a la Unión Alemana de Gremios” (una de las organizaciones encubiertas que operaba en Argentina), entre los que figuran personas que triangulaban dinero al exterior en apoyo al régimen fascista.
El texto hallado por el ingeniero Pedro Filipuzzi en un antiguo depósito de Buenos Aires expone un conjunto de información detallada que se creía perdida con nombres, datos, números, fechas y transferencias de los miembros de la red germanófila que operaba en nuestro país en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. La hipótesis es que el dinero alemán que ingresó al país en tiempos del nazismo terminó financiando negocios lícitos de empresarios simpatizantes con el régimen de Hitler. Parte de esos fondos invertidos se habrían triangulado a Suiza mediante una cuenta madre que luego, ya en Suiza, se ocultó en diversos depósitos.
El listado conocido surgió en realidad de la Comisión Especial para la Investigación de Actividades Anti-Argentina”, organismo creado por el presidente de facto Roberto Ortíz con el objetivo de limpiar al país de la influencia nazi a inicios de los ‘40. Esa comisión secuestró la documentación en una redada efectuada en la sede de la Unión Alemana de Gremios, que ahora fue compartida por Shimon Samuels y Ariel Gelblung, los directores de relaciones internacionales del Centro Simon Wiesenthal.
Detrás de ese listado, hay pistas sobre el robo de los nazis al pueblo judío: entre 1941 y 1943, la Cámara de Diputados de la Nación estudió e imprimió un informe que incluía las transferencias de los partidarios del Tercer Reich a la entonces llamada Schweizerische Kreditanstalt, el actual Banco Credit Suisse, en Suiza.
Estas cuentas incluían desde empresas alemanas tales como IG Farben (el proveedor de gas Zyklon-B, utilizado por los nazis para exterminar a sus víctimas), hasta organismos financieros como el Banco Alemán Transatlántico y el Banco Germánico de América del Sur. Estos dos bancos sirvieron para la realización de las transferencias nazis camino a Suiza”, explicó Samuels.
Si bien gran parte de la documentación sobre la investigación del colaboracionismo nazi en Argentina fue luego eliminada por el gobierno de facto que tomó el poder en 1943, este documento vuelve a desnudar los vínculos de Argentina con el nazismo. El Centro Simon Wiesenthal de hecho le envió una carta al vicepresidente del Credit Suisse, Christian Küng, alertando que es muy probable que estas cuentas inactivas contengan dinero producto de saqueos a víctimas judías bajo las leyes de arianización de Nüremberg de la década de 1930”. La entidad reiteró además una solicitud de acceso a los archivos del Credit Suisse, teniendo en cuenta que esas cuentas y fondos permanecen congelados desde la Segunda Guerra Mundial. Somos conscientes que ustedes ya tienen como demandantes a presuntos herederos de los nazis de la lista”, advirtió el Centro.