“Dale campeón, dale campeón”. El grito desafiante resonó ayer con fuerza en el predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza. En ese momento, la Asamblea General Ordinaria de la AFA reeligió por aclamación a Claudio Tapia como presidente. Con la ausencia llamativa de Estudiantes de La Plata y a pesar de la solitaria resistencia del vicepresidente tercero de Talleres, Rodrigo Escribano, quien no acompañó los primeros puntos del orden del día y se marchó en medio de la sesión tras cuestionar el balance y hacer enojar al tesorero, Pablo Toviggino, todo siguió su cauce. Como si la Inspección General de Justicia (IGJ), que tuvo tres veedores en el lugar, no hubiera declarado 48 horas antes “irregular” la convocatoria y objetara que se discutieran ocho de los 16 puntos del orden del día.
En la reunión, que culminó pasadas las 18 con un clima de cancha, se nombró al nuevo Comité Ejecutivo con la incorporación de Juan Román Riquelme como vicepresidente primero, se mudó la razón social a la Provincia de Buenos Aires, se amplió la cantidad máxima de mandatos consecutivos de cuatro a cinco y se anularon los descensos de la Primera División para este 2024.
La Cámara de Apelaciones en lo Civil será la encargada de definir si lo aprobado en Ezeiza tiene validez o no. El fallo puede demorarse hasta un mes. Igualmente, más allá de los tiempos judiciales, resta esperar cuál será el contraataque del gobierno de Javier Milei en esta guerra abierta por la incorporación de las SAD y, en definitiva, por el poder del fútbol argentino.
El inicio de la Asamblea estaba pactado para las 16. Hubo que esperar 42 minutos para que Gustavo Lorenzo, director general de la AFA, la diera por comenzada. Estaba sentado a la derecha de Tapia. Acompañaban la escena Juan Carlos Patresi (veedor de la IGJ), Andrés Urich (director de Legales), Toviggino (tesorero) y Víctor Blanco (secretario). Estaban convocados 46 asambleístas, pero solo había 45. El que pegó el faltazo fue el representante de Estudiantes, otro de los clubes que está de la vereda de enfrente de la AFA de Tapia y que ya hizo sociedad con un capital privado. Ni Martín Gorostegui (vicepresidente 1°) ni Christian Spagnolo (vicepresidente 3°) fueron mencionados al momento de la lectura del quórum.
Escribano manifestó su posición contraria a la hora de votar y evitar que todo fuera aprobado por unanimidad. El principal objetivo fue objetar el balance y avisar que no participaría en la votación de los ocho puntos que había objetado de la IGJ. De manera insólita, el representante de Talleres fue silbado por el solo hecho de estar en desacuerdo con la mayoría de sus colegas.
Antes de que se iniciara el debate por puntos más importantes, Tapia tomó el micrófono y dio un encendido discurso, casi sin recurrir al machete, en defensa de su gestión. “Refundamos al fútbol argentino”, repitió varias veces.
Finalmente, Escribano se retiró y los 44 asambleístas restantes borraron con el codo lo que escribieron con la mano antes de empezar el torneo: se anularán –una vez más- los descensos y nuevamente la Primera División argentina tendrá 30 equipos.