El equilibrio entre trabajo y vida personal pesa cada vez más en las decisiones de carrera y para 87% de los argentinos es un motivador clave para permanecer en un empleo o buscar un cambio laboral.
Según un relevamiento de Randstad, pesar del panorama económico desafiante, de los cambios geopolíticos y de los avances tecnológicos, hoy los trabajadores tienen motivaciones que van más allá del salario, y priorizan cada vez más la flexibilidad, los valores compartidos con el lugar en el que trabajan y el equilibrio entre su vida personal y laboral.
Si bien el salario sigue siendo uno de los factores más relevantes a la hora de evaluar un trabajo, en especial en un contexto económico como el que vive la Argentina, los factores no monetarios vienen ganando terreno año tras año a la hora de evaluar qué hace que una empresa sea considerada por el talento un lugar atractivo para trabajar.
Al analizar esta variable a nivel regional, los trabajadores argentinos son los que más valoran el work & life balance en un 87%, seguidos en segundo lugar por los trabajadores chilenos con el 86% y, finalmente, los trabajadores uruguayos con el 83%.
Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó que esta realidad «pone a las organizaciones frente a la necesidad de adaptar su propuesta de valor para atraer, fidelizar y comprometer al talento».
La percepción de flexibilidad se basa no solo en los arreglos de horario o de cómo se estructura la jornada laboral, sino también en relación al lugar de trabajo, donde inciden la cercanía y el tiempo de desplazamiento de ida y vuelta al trabajo y, muy especialmente, la posibilidad trabajar de manera remota o en esquemas híbridos.
En este sentido, frente a la posibilidad de elegir, el 48% de los trabajadores argentinos afirmó que no aceptaría un trabajo que no le brindara flexibilidad respecto a sus horarios laborales.
Respecto al lugar desde donde trabajar, en caso de poder optar sin condicionamientos, el 42% de los argentinos rechazaría un empleo que no le permitiera flexibilidad en relación al lugar de trabajo, ya sea en home office o esquemas híbridos.
Por otra parte, un estudio de Bumeran reveló que el salario pretendido aumentó un 165,31% durante 2024, el mayor incremento desde que se realiza el Index del Mercado Laboral de Bumeran (2017).
Además, se ubica 47,51 puntos por encima de la inflación del mismo periodo.
La remuneración pretendida promedio alcanzó los 1.285.900 pesos por mes en diciembre, con una suba del 1,38%.