Ante las bajas temperaturas que se registran por estos días en Córdoba, es importante saber que una de las formas más eficaces para mantener ambientes confortables es evitar la pérdida de calor por las aberturas.
Según los expertos, mucha de la energía utilizada para calefaccionar se pierde a través de cerramientos acristalados, y de baja calidad. Es en ese sentido que las aberturas de PVC (cloruro de polivinilo) se posicionan como las más ventajosas a la hora de mantener una temperatura óptima en los interiores.
Aunque en algunos países ya llevan décadas en el mercado, en Argentina su popularidad creció en los últimos años gracias a sus múltiples beneficios, entre ellos, su capacidad de reducir la pérdida de calor, amortiguar ruidos del exterior y contribuir al ahorro energético.
Una solución eficiente
Uno de los principales atributos es su buen comportamiento como aislante térmico. A diferencia de las aberturas de aluminio (sobre todo las que no cuentan con ruptura de puente térmico), el PVC no conduce el calor ni el frío, por lo que mantiene la temperatura interior más estable. Esto significa que, el calor generado por estufas o calefactores se conserva por más tiempo.
Este aislamiento se traduce en un menor consumo de energía para climatizar ambientes, lo que implica una baja significativa en las facturas de gas o electricidad y, al mismo tiempo, una menor huella ambiental.
Otro punto fuerte es su capacidad para reducir la contaminación sonora. Las aberturas de PVC, especialmente cuando están equipadas con doble vidrio hermético (DVH), logran disminuir significativamente los ruidos exteriores, lo que las convierte en una solución ideal para viviendas ubicadas cerca de calles transitadas, avenidas o centros urbanos.
Materia prima
El PVC es un material que tiene como denominador común el estar formado por macromoléculas denominadas monómeros. “Se trata de una resina compuesta mayormente (57%) por sal común (cloro), componente inagotable y natural, totalmente reciclable. Contiene, además, un porcentaje menor de petróleo, lo que le otorga propiedades únicas”, indican desde la firma Urbantek.
Se clasifica como un termoplástico, o sea que se puede curvar o soldar mediante calor. Propiedad que permite moldearlo en infinitas formas o soldarlo a determinada temperatura. Una vez enfriado, recupera su solidez y resistencia manteniéndose rígido en el nuevo formato.
Durabilidad, bajo mantenimiento y hermeticidad
Las aberturas de PVC no solo aíslan mejor, sino que también presentan ventajas estructurales: son altamente resistentes a la intemperie, no se corroen ni se degradan con la humedad, la lluvia o los rayos UV, algo muy valorado en regiones con climas extremos.
Además, no requieren mantenimiento frecuente como las de madera, que necesitan ser pintadas o barnizadas periódicamente. Una limpieza básica con agua y detergente neutro es suficiente para conservar su aspecto por años.
En términos de diseño, los marcos de PVC vienen en una amplia gama de colores y acabados, incluidos símil madera, lo que permite adaptarse a distintos estilos arquitectónicos sin resignar estética.
Eficiencia energética
Según datos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), hasta el 30% de las pérdidas de calor de una vivienda se producen por aberturas deficientes. Sustituir ventanas antiguas por modelos de PVC con DVH puede reducir el consumo energético hasta un 40%.
Esto es especialmente relevante en un país donde las tarifas energéticas pueden variar ampliamente y donde, además, se busca avanzar hacia construcciones más sustentables. Por eso, las aberturas de PVC son una inversión apropiada que se amortiza en pocos años.
“Cada vez más arquitectos e ingenieros las recomiendan. A la hora de construir o reformar, las ventanas ya no se eligen solo por estética, sino por sus propiedades técnicas. Y en ese sentido, el PVC lidera el mercado”, explica el arquitecto Fernando Gauna, especializado en eficiencia energética de viviendas.
Propiedades distintivas
- Aislamiento térmico: mantiene el calor en invierno y el fresco en verano, ahorrando 65–70 % en calefacción/refrigeración.
- Aislamiento acústico: con DVH, el ruido de calles o avenidas se reduce significativamente.
- Durabilidad y mantenimiento: más de 50 años de vida útil, sin necesidad de pintar, y con limpieza sencilla.
- Seguridad: sus perfiles están reforzados con acero, cierres multipunto, y vidrios resistentes al impacto.
- Reciclable. “Un perfil de PVC es reciclable al 100 por ciento, la producción requiere mucho menos energía que otros materiales, se reciclan más de 500 toneladas al año y se obtiene a partir de sal marina en un 57%, factores amigables con el ambiente», señala Hernán Schvartzman, de MG2 Aberturas.
Comparativo con otros materiales
Material | Aislación térmica | Aislación acústica | Mantenimiento | Durabilidad |
PVC | Excelente | Excelente | Muy bajo | Alta (resiste intemperie) |
Aluminio común | Baja | Media | Bajo | Alta (pero transmite calor/frío) |
Aluminio con RPT* | Buena | Buena | Bajo | Alta |
Madera | Buena | Buena | Alto | Media (necesita cuidados) |
*Ruptura de Puente Térmico
Costo inicial vs. ahorro a largo plazo
Es cierto que las aberturas de PVC pueden tener un costo inicial más elevado que otras opciones más convencionales. Sin embargo, su eficiencia energética, su bajo mantenimiento y su larga vida útil hacen que el retorno de la inversión sea rápido y evidente.
Además, hoy existen múltiples proveedores en el país con una amplia oferta que redujo su costo y las hace competitivas con el resto de las propuestas, entre ellas el aluminio y otros materiales populares.
Confort, ahorro y sostenibilidad
En definitiva, optar por aberturas de PVC implica mejorar la calidad de vida dentro del hogar y contribuir a un uso más racional de la energía. Es una alternativa que acompaña la tendencia global hacia construcciones más eficientes, cómodas y respetuosas del ambiente.
En tiempos donde el confort térmico y el ahorro son una prioridad, el PVC se consolida como uno de los grandes aliados del hogar moderno.